Ala vecina que aplaude junto a mi ventana la soledad se le acentúa con este encierro. No sé a quién vota. Como tampoco conozco el voto de esa pareja de ancianos del bloque de enfrente que cada tarde nos ofrece su look 'guatiné'. Desconozco si la mujer que sostiene a su hijo en brazos es de Podemos o simpatiza con el PP. Lo mismo el matrimonio cuarentón de la bandera de España apoyó a VOX en las urnas. Puede que el joven (¿votará al PSOE?) que pone la música a toda voz para animar al barrio haya sido despedido o vaya a sufrir un Erte. Pero a las ocho los veo aplaudir, olvidando sus problemas, unidos después de casi un mes confinados y obedeciendo de la manera más responsable posible. Y contemplándolos pienso que esta es la España verdadera, sin más aditivos. Dando ejemplo cuando hay que darlo. Muy por encima de quienes desde los partidos buscan en esta crisis el rédito político y la confrontación. Que aprendan.