el bestiario

Tito / Valencia

Nunca tan poco dio para tanto

NO ha creado indiferencia la composición del nuevo Gobierno Municipal. La ciudad esperaba impaciente para ver cómo quedaba dibujado el cambio que había arrojado las últimas elecciones. Se sabía el pacto, pero nadie imaginaba que el partido perdedor, que el partido que provocaba en los ciudadanos la necesidad del cambio, fuera a ser igual o más importante que en la anterior legislatura.

Yo aceptaba, en mi anterior columna, que el pacto era una necesidad porque la situación política del país y de la ciudad, no deja espacios para una nueva legislatura en minoría. Y aceptaba que el pacto con los andalucistas se realizaba porque no hay lugar para otra opción. Y de este enlace político, son responsables también los ciudadanos por el mapa que han dibujado con sus votos y también el resto de los partidos de la actual Corporación.

Descartado el PSOE, porque su candidato Fernando López ya anunció que no pactaría con el PA y estoy seguro de que ni siquiera se le pasó por la cabeza hacerlo, el resto tampoco han estado dispuesto a hacerlo. Por lo tanto la única opción, es la que ha habido. IU esta en la posición de jugar en solitario y Ciudadanos tiene la obligación de cambiar de actitud si quiere hacer algo de provecho para la ciudad.

Es decir, Ciudadanos, no puede continuar comportándose como la asociación de vecinos que fue. Ahora son un partido político y como tal deben actuar, implicándose en todos los problemas de la ciudad. Ya no solo pueden hablar ni actuar sobre el tranvía y el Peprich. Y tendrán que aprender a exigir y a consensuar proyectos con los otros partidos. En un gobierno no se puede actuar en solitario porque corre el riesgo de perderse y pasar desapercibido.

Por lo tanto, dicho que el pacto me sigue pareciendo la mejor opción para la ciudad en estos momentos, también tengo que decir que el reparto y lo ofrecido por el PP al PA me parece demasiado y poco recomendable. El Partido Andalucista, se ha hecho con las delegaciones que más pedían un cambio de Gobierno porque eran las que en la anterior legislatura provocaron muchas convulsiones. Justas o no justas, pero eran de obligatorio cambio de manos. Se pedía un periodo político con borrón y cuenta nueva, pero no se ha estado acertado en el reparto y da la sensación de que ha habido mucha improvisación en la composición del gobierno y tampoco era tan urgente alcanzar acuerdo alguno, no había necesidad de urgencias porque el pacto se podía haber realizado mas tarde.

Igual causa extrañeza el caso del primer teniente de alcalde, una persona que no ha sido votada y que puede ejercer de alcalde cuando el titular este fuera, como seguro que ocurrirá, cuando Loaiza ocupe el sillón de la Diputación. Pero bueno, son cosas de esta ciudad que es difícil de entender. Y también sorprende que el actual Gobierno municipal cuente con ocho Tenencias de Alcaldía.

Al Partido Popular siempre le gusta destacar en los discursos la austeridad, y no creo que se le pueda llamar austeridad a la creación de tantos Tenientes de Alcalde con la crisis económica que están pasando los ayuntamientos. Como es necesario explicar si también se van a liberar a los cinco portavoces de los cinco partidos que componen la actual Corporación. Estos acuerdos, dejan en suspense hasta dónde puede llegar la anunciada remodelación de la administración que tenía pensado hacer el nuevo alcalde. Porque de las Fundaciones no se habla en ese decálogo tan abstracto que marca la línea de trabajo que ha originado el acuerdo.

En definitiva, que este pacto de sillones no ha dejado contento a nadie, y que ha defraudado a una gran mayoría de ciudadanos que tenían la esperanza de que empezara una nueva época política en esta ciudad. Esperemos, por el bien de todos, que el cambio no se pare pero empezar generando dudas no es bueno, no es bueno.

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