EL llamado dinero, el maldito parné está en crisis y nadie tiene un duro. Hoy me ha llamado la atención sobremanera ver en una sucursal bancaria con solera en El Puerto el siguiente eslogan en carteles que ocupan todas sus amplias ventanas que dan a la calle: "Pase y pida su préstamo". Yo me he dicho a mí mismo que no puede ser pues estamos en plena crisis y que alguna pega, truco o dificultad tiene que tener.

Quien más está pagando esta crisis son los cinco millones de parados que hay en España. No conozco ninguna familia que no tenga este tipo de problemas en algunos de sus miembros y yo mismo tengo una hija parada y he tenido también a mi yerno.

El maldito dinero. Desde que lo inventaron los fenicios al mundo no le ha traído más que problemas. Cuenta la historia que Carlos primero de España que fue en su tiempo el emperador más poderoso de la Tierra y uno de los más potentes de todos los tiempos, siempre andaba entrampado y en manos de sus banqueros judíos pues no podía sostener tantas guerras sin pedir esos créditos. El monarca más poderoso de la Tierra no tenía un duro.

Ya lo dice el refrán: "Poderoso caballero es don dinero". Se habla de cantidades de dinero pasmosas con una facilidad más pasmosa todavía.

Por dinero se llega a robar, matar, perder la honra, la dignidad, el orgullo la vergüenza. Sin embargo yo puedo decir a mi edad (73 años) que las mejores cosas que he tenido o disfrutado de la vida no las he conseguido con dinero. Es necesario en la vida pero no hay que ser su esclavo porque puedes perder el don más preciado de la vida que es tu libertad.

Termino con este pensamiento del gran Pascal: "No es sólo el placer inmediato ni el poder, ni el dinero lo que satisface al ser humano, sino algo más completo, que llene los anhelos del hombre y de la mujer. Y para alcanzarlo tiene uno la guía del pensamiento y la guía de su razón vital. Esa es la esencia del ser humano y el instrumento de su felicidad.