Ya te lo dije

La dificultad para pactar del PP se hubiese mitigado considerablemente de existir un partido más de derechas

Este artículo repetirá otro de hace tiempo, con la impertinencia añadida de que los hechos han venido a darme la razón y no me resisto al clásico "Ya te lo dije". Encima, cuando lo dije, sonó bastante rocambolesco. Pero, ¿qué dije? Pues que al PP le convenía mucho tener un partido a su derecha para poder ser un partido de centro, como desea con tanto frenesí.

Como en tiempos de relativismo las posiciones políticas se definen por su posición relativa, si no hay ningún partido más a la derecha del PP, el PP, aunque defienda el aborto, los impuestos a troche y moche, la cesión a los nacionalistas, etc., será de extrema derecha porque está en el extremo derecho de un arco que ya puede echarse todo a la izquierda que se quiera. En cambio, el PSOE, como tiene a sus espaldas a Podemos, siempre será un partido centrado, mesurado, dialogante. Por mucho que el PP se desplace en sus principios y sus postulados, al trasladarse todo el arco político, seguirá siendo el partido en el extremo derecha.

Cuando el PP favorecía (con sus terminales mediáticas) que Podemos se hiciese un hueco, parecía una jugada estratégica magistral. Yo, humildemente, dije que por la cuenta que le traía más le valía apoyar a VOX, al que dejaba mudo con todas sus fuerzas. Perdería un puñado de votos, sí, que luego podría recuperar mediante pactos parlamentarios, y ganaría el aura de partido centrista. Ni caso.

Y ahora los hechos vienen a darme la razón y no me resisto a subrayarlo. Mientras el PP se queda solo en el Congreso y pierde la convalidación del decreto de la estiba, en Holanda ganan los liberales y los conservadores y todo el mundo lo celebra como una victoria del centro, de Europa y de la democracia. Incluso, como ha señalado Cristian Campos, al que no se le escapa una, la prensa socialdemócrata exulta con la victoria de Mark Rutte. Ahí tienen, certificado por los hechos, lo que expuse en el campo de la especulación: tener un grupo a la derecha te libra del estigma. Te convierte automáticamente en un partido admirable y deseable.

También desplaza el debate y abre el arco ideológico. Permite que se discutan y se defiendan posturas nuevas. En ese sentido, Rutte, tan liberal, ha podido serlo en lo económico y hacer un discurso político bien de derechas. No descarto que sea eso (lo liberal y el discurso) lo que no quieren hacer ni locos los del PP, mucho más cómodos centrándose a la izquierda.

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