Esto es culpa del Kichi. Se oye como una letanía la frase mil veces repetida. Esto es culpa del Kichi. Un papel en el suelo, el excremento de un perro, una pintada en la pared, las luces de Navidad que tardan en encenderse, la pérdida de población, la falta de empleo, de vivienda, el terrorífico informe de Asuntos Sociales... Esto y esto y lo de más allá es culpa del Kichi. El desahucio de unos okupas en la Casa de Cádiz de Barcelona es culpa del Kichi. Lo largo que es el Concurso del Falla es culpa del Kichi. Todo lo malo que pasa en Cádiz es culpa del Kichi, como antes lo fue de Teófila. El poseedor del bastón de mando de esta ciudad, tan bonita y luminosa para yankees y alemanes, es a su vez coartada de ese gaditano quejumbroso y conformista que en su psicopatía crónica prefiere responsabilizar a otros de su fracaso. Ayúdate y te ayudarán. Vamos a dejar de echar la culpa de todo a los políticos. Ya es hora de despertar.