COMO en los carteles taurinos seis partidos, seis, nos quedan. Con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, el séptimo encuentro que disputarán los de Javi Gracia será para pelear por el ascenso. Hay quien asegura que si el Cádiz acaba logrando el premio que viene buscando desde que acabó la temporada no habrá ascendido, habrá recuperado la categoría que nunca debió perder. Sea como sea hay que ir pasito a pasito y manteniendo las distancias, que unas semanas veo las cosas claras y a la semana siguiente el equipo me las hace ver un poco más grises.

Ante el Betis B se jugó bien y se merecieron los tres puntos, pero volvimos a empatar. La presencia del Jaén ahí es lo único que me inquieta porque al Poli Ejido lo veo bastante más inseguro. Seis jornadas no son moco de pavo, teniendo en cuenta que ahora estamos a siete puntos. ¿Y qué significa esto? Pues se lo explico: si en las próximas tres jornadas perdemos algún partido y el Jaén acierta en los tres, nos vamos a poner a cuatro puntos de distancia de los jiennenses y el cuarto partido de esta recta final será en Jaén. O sea, que cabe la posibilidad que salgamos de La Victoria sin ella y con un punto de distancia para afrontar la pelea por el primer puesto en tan sólo dos jornadas. Ojo que en estas seis que nos quedan tenemos que jugar también contra el Poli Ejido (en casa). O sea, que la recta final no se promete ni mucho menos tranquila a pesar de los siete puntos. Menos mal que los dos partidos que vienen ahora son fuera, porque el Cádiz en Carranza no me da buena espina.

El de hoy es otro partido complicadillo. El Écija es un veterano de esta categoría y lleva aquí más años que Marco buscando a la madre. Y para colmo lo entrena Oli, otro jartible de los banquillos, otro de los cracks que vistieron la camiseta amarilla y que, aunque no tuvo suerte en su paso por el banquillo de Carranza, es temible si es capaz de transmitirles a sus jugadores tan sólo el 50 por ciento de la garra que él tuvo como jugador. No me fío un pelo de este partido, de verdad. Insisto, insisto e insisto que tenemos que quedar primeros como sea. Me parece contraproducente que (por más que sea un hecho cierto y evidente) se empiece a vender que estamos a punto de conseguir la clasificación matemática para la fase de ascenso. ¿Se imaginan ustedes como llegaríamos a esa fase si se tuercen tres partidos y quedamos segundos en la Liga? Evidentemente, la moral no estaría para tirar cohetes y encima tendríamos que jugar tres eliminatorias. Quizás esté más pesimista de lo que debo, pero es que nunca he acabado de creerme nada hasta que finalmente ha sucedido. Hasta el año de Los Borrachos estaba nervioso escuchando el fallo del jurado. Mis colegas me decían: Picha, ¿acaso tienes dudas?, y yo les decía: "No, pero tengo que escucharlo para estar tranquilo". O sea, que no es una obsesión con este equipo.

Hoy hay que ganar como sea. Sumar más puntos quedando menos jornadas son un cóctel estupendo contra los nervios. ¿No les parece?