el bestiario

Tito / Valencia

La crisis y la campaña

DICEN los expertos que no es fácil salir de esta grave crisis económica. Un día sí y el otro también, nos ofrecen datos de que la evolución favorable que se esperaba va a tardar en llegar. Los precios al consumo continúan subiendo y a la crisis económica hay que sumarle la crisis política que estamos sufriendo a nivel mundial, sobre todo cuando afecta a los países productores del petróleo. Y todo al final, termina afectando a la economía del consumidor. Se dice que de toda crisis se sale aprendiendo. Nosotros estamos aprendiendo que ya nada será igual que antes. Hay, tiene que haber, una economía distinta a la anterior, quizás una política economía más seria y responsable por parte de todos. Una política donde el dinero público se gaste más razonablemente. En definitiva que ha llegado la hora de hacer una política económica más productiva y eso incluye el priorizar en que gastamos el dinero. Y esto tiene que influir en la política municipal. Estamos viendo como hay muchos ayuntamientos que están sufriendo una auténtica bancarrota por haber realizado una política económica expansiva y sin ninguna planificación, dejándose llevar por la especulación de la construcción. Yo estoy seguro de que los ayuntamientos tienen que vivir una auténtica transformación. Transformación buscando una nueva forma de financiarse y transformación porque también es necesario hacer una política del gasto totalmente distinta. Nuestra ciudad tiene bastantes ejemplos de cómo se ha tirado el dinero de los contribuyentes. No solo por lo que ya todos sabemos, sino porque se han realizado inversiones sin retorno o que no se le ve su productividad. Y nombrarlos es repetir lo mismo, varios años llevamos algunos denunciando el mal uso dado al dinero de todos. Y lo peor, que ese dinero se podría haber utilizado en políticas más productivas. Pero si de la crisis se sale aprendiendo, estamos esperando que los partidos políticos en plena campaña electoral, nos ofrezcan una nueva versión de la realidad futura de los municipios. El ladrillo ya no puede significar la base de la financiación local, ni pública ni privada. Parece que todos sufrimos crisis menos los partidos. Todos continúan ofreciendo proyectos faraónicos como si la crisis no fuera con ellos. Incluso las asociaciones llevan meses pidiendo por eso de la servidumbre del voto. Como si no pasara nada, todos piden y todos se apuntan a dar. La crisis no aparece por la campaña electoral. Hasta una escuela de golf se ofrece, quizás tengamos en nuestra ciudad una buena cantera de este deporte y por lo tanto es un deporte prioritario. Yo creo que la prioridad de los partidos debe estar en crear las condiciones necesarias para que la iniciativa privada cree riqueza y por consiguiente empleo. Esto es lo que necesita nuestra ciudad. Como también es necesario y hasta obligatorio que los partidos ofrezcan una nueva versión de la política económica que piensan hacer en el municipio, basada sobre todo en la nueva realidad económica que se nos presenta. Es necesario hablar con claridad y realismo. Hay que cambiar muchas cosas y muchas costumbres al amparo de las subvenciones. Hay que encontrar nuevas fórmulas para conseguir ingresos que repercutan en el ciudadano. En definitiva, hay que explicar que la crisis ofrece la oportunidad de crear una nueva política económica municipal, quizás con menos ingresos, pero necesariamente con una mejor distribución del gasto y más responsable. Pero esto es necesario que los partidos lo expliquen con claridad a los ciudadanos.

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