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El coronavirus del fútbol

El fútbol ha contribuido a distraer a la gente, pero no esperaban el estrambote final: el caso del Fuenlabrada

La gestión del coronavirus en España sigue teniendo grandes deficiencias. Parecía que habían aprendido, pero viven en una burbuja. Lo único que interesa en la alta política es el dinero de Bruselas, como se vio en los aplausos de los ministros a Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno, en persona, anunció en mayo que regresaba el fútbol, en un momento en que recibía infinitas críticas. El fútbol ha contribuido a distraer a la gente; más aún con los errores e interpretaciones del VAR, que han sido circenses. Pero no esperaban el estrambote final: el caso del Fuenlabrada. Tras presumir de las medidas adoptadas, ayer ya iban por 16 casos positivos, de los cuales 12 futbolistas, con uno hospitalizado. Por cierto, el Cádiz jugó contra ellos siete días antes del primer positivo.

Han creado un problema sanitario, al trasladar enfermos (puesto que ya había cinco casos confirmados) desde Madrid a Galicia. La Fiscalía ha abierto una investigación. Sólo eso ya puede ser presuntamente delictivo. Se ha sabido que intentaron adelantar el vuelo de regreso a Madrid, previsto para la mañana del martes, a la noche del lunes. ¿Con la intención de tapar los casos y que se supiera al día siguiente, tras regresar a casa? Eso es llegar muy lejos, pero queda una duda. Para que no le falte un detalle, resulta que el hijo de Javier Tebas, presidente de la LFP, es secretario del Fuenlabrada, donde presta servicios jurídicos. Y que en 2018, cuando ese club estaba en Segunda B, el despacho del propio Tebas pidió 130.000 euros por una asesoría legal, según ha publicado eldiario.es.

El caso tiene otras repercusiones políticas. Se han metido por medio la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey (PSOE), y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (PP), con la amenaza de llevar a la LFP a los tribunales. Por medio se queda el CSD, con su presidenta Irene Lozano, para echar las culpas a los demás, cuando ellos participaron en los protocolos del fútbol.

Es un escándalo, se mire por donde se mire, que confirma los tejemanejes del fútbol en este país. Con 12 futbolistas del Fuenlabrada contagiados, es obvio que ese equipo no podrá jugar en las próximas semanas. Después de lo ocurrido, la única salida es darle por perdido el partido de la jornada 42 y que el Elche dispute la promoción de ascenso, junto a Zaragoza, Almería y Girona. Parecería grotesco que el Fuenlabrada jugara para ascender a Primera, después de lo sucedido. Pero eso es lo de menos. Lo peor es que el fútbol y el politiqueo se están quedado con sus vergüenzas al aire.

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