Por montera

Mariló Montero

La contrarreloj de Contador

ALGUIEN cree que se puede ganar el Tour de Francia con una dosis de 50 picogramos de clembuterol? Son 0,00000000005 gramos por mililitro. Para quienes los picogramos nos suenen a pienso de pollo porque no son el pan nuestro de cada día ni tampoco manejamos los gramos de clembuterol ni de nada, recurrimos a quienes sí dominan el tema, que nos cuentan, de manera más comprensible, que ésa es una cantidad 400 veces inferior a la que los laboratorios pueden detectar habitualmente. Con esa dosis no se broncodilata a un asmático, ni se puede estimular a nadie como tampoco anabolizar el muslo de un canario.

Otra curiosidad: ¿cómo es que una analítica de tal envergadura, realizada cuatro días antes de que finalizara el Tour de Francia al mejor ciclista del mundo en este momento, tarda en dar a conocer los resultados más de un mes? ¿Tardaron tanto tiempo en dar los resultados de todas las pruebas que le hicieron durante toda la carrera? Las pruebas de la discordia se le realizaron al corredor el 20 de julio en Pau, Francia, y el 24 de agosto la Unión Ciclista Internacional le comunica a Alberto Contador que está suspendido de manera cautelar. El 29 de septiembre, más de dos meses después, es cuando salta la noticia a la prensa.

Que nos hayan dicho, sólo hay cuatro laboratorios en todo el mundo capaces de detectar una millonésima cantidad de clembuterol (Colonia, Dresde, Pekín y Atenas) Ya no hay país tan lejano ni laboratorio tan lento como para dejar morir a un enfermo a no ser que esté investigando algo que ofrezca un paso para la humanidad. Pero Contador es todo lo contrario a un enfermo, es un líder. ¿Entonces, se ha querido dar un paso? ¿Hacia dónde? ¿Hay otra intencionalidad más allá de esta trama? En este caso habría que pedir explicaciones y responsabilidades por haber levantado una falsa sospecha que, pase lo que pase, quedará vinculada a su último maillot amarillo.

Si es cierto que el picogramo se debe a una intoxicación alimentaria, recurro a lo dicho por uno de los abogados de mayor prestigio mundial en derecho deportivo, Jean-Louis-Dupont, que ha afirmado que si se demuestra que Contador no se dopó de manera voluntaria, el problema no es del ciclista sino de quien hizo la norma o el laboratorio, donde, ironiza Dupont, "hay unos listillos que están muy contentos de tener máquinas que les permiten decir que han detectado el 0'00000000005 de clembuterol y crean un problema a una persona que no tiene ninguna responsabilidad" sobre la ingesta. En esta contrarreloj Alberto Contador no debería estar tan solo como se presentó en la rueda de prensa. ¿Dónde está su coche de apoyo? ¿Un futbolista estaría tan tirado? El ciclismo es un deporte de soledad, para lo bueno y lo malo. Es injusto que lo recoja el camión escoba.

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