Torre Alta

tito / valencia

Una ciudad de viejos

El país envejece. El envejecimiento de la población, no solo española, es una realidad a la vez que una preocupación. Esto es motivado por varias causas. El descenso en la mortalidad que hace que la vida por lo general sea mas longeva, el bajo índice de natalidad y también por el efecto que produce las migraciones. Nuestra ciudad no puede ser una excepción y por lo tanto también tenemos una población que envejece y además con el agravante, muy importante, de los bajos índices de ocupación que encuentran nuestros jóvenes, lo que también influye en que nuestra población se considere una ciudad envejecida y muy desocupada.

No va este artículo de la evolución generacional de la ciudad. No. Me quiero referir a una respuesta que José Carlos dio días atrás en una buena entrevista de este Diario. Decía José Carlos Fernández que en La Isla hay muchos viejos de mentalidad y que La Isla necesita hablar de futuro. José Carlos es una persona que siente y trabaja por La Isla y a quien le tengo un gran respeto y no menor aprecio. Tengo muchas conversaciones con él y siempre me deja alguna perla. Como es ésta. La Isla tiene muchos viejos. Evidentemente se refiere a que no se puede seguir viviendo del pasado, que lo que se perdió ya no volverá y que hay que empezar a vivir y pensar de otra forma.

Pero la cuestión es cómo se hace esto. Cómo podemos cambiar sin ningún indicador que nos señale que la ciudad evoluciona. Llevamos ya mucho tiempo con el reloj parado y para mover de nuevo las agujas se necesita que alguien engrase la maquinaria. Lo contrario será que sigamos diciendo que el reloj era muy bueno pero ahora…. ¿Qué es la Isla en la actualidad? ¿Qué es la Isla fuera de la nostalgia? Yo me propuse hace tiempo no mirar para atrás, no contar el pasado. Pero a veces me pregunto ¿Qué nos queda en la Isla si no miramos el pasado?. Y la verdad es que es muy difícil encontrar respuestas. Y a veces creo que es verdad, que no se puede vivir del pasado, cierto, pero también creo que se puede reconstruir el futuro modernizando y poniendo al servicio de la ciudad todo su patrimonio, que es pasado. Pero es verdad que tenemos que construir, desde el pasado, el presente. Una nueva ciudad. Pero a día de hoy todavía no sabemos que ciudad queremos . Por donde pasa el futuro y donde se queda el pasado. Porque para construir un futuro tenemos que tener claro el presente. Estamos pendientes de una serie de proyectos, que hasta ahora forman una burbuja en el aire, que pueden ser una gran realidad. La ciudad tiene muchos asuntos pendientes, todos para el futuro.

Del pasado queda poco y del presente todavía menos. Es cuestión de vejez. Es cuestión de realidad. O es cuestión de que aquí nadie sabe hacia donde camina esta ciudad. Nos conformamos con tener una calle Real llena de gente de la localidad. Y cuando venga el invierno, quién queda en la calle Real. Y entonces nos preguntaremos, ¿qué hacemos? ¿qué somos? Pero tenemos que seguir agarrándonos a la esperanza. Algún día alguien tendrá que empezar a describir y construir el futuro de esta ciudad. Y deseo que ese futuro empiece a tomar forma ya y nos haga cambiar esa mentalidad a la que se refiere José Carlos.

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