Hace 12 años cuando venía a la Diputación Jesús Candil, director general de Industria en el Gobierno Zapatero, parecía que llegaba el Presidente de los EEUU: le formaban la guardia, le abrían la puerta principal, le recibían con todo el protocolo del que es capaz la Diputación. El presidente González Cabaña salía a recibirle y le trataba como Bienvenido Mister Marshall. Iban a repartir las ayudas de Bahía Competitiva, los fondos puestos en marcha para incentivar la instalación de industrias en la comarca para absorber el paro generado por la marcha de Delphi. De ahí salió , por ejemplo, Gadir Solar, con un pleito en vigor donde está implicado el exfutbolista Raúl González Blanco . De aquellos fondos se perdieron 25 millones en una empresa que el gerente del plan, Antonio Perales, quiso instalar en su pueblo, Alcalá de los Gazules. El sumario se instruye desde entonces , nada se sabe del dinero. Bahía Competitiva fue uno de tantos planes de industrialización que se han puesto en marcha con escaso éxito. Un día aparecen los primos Contreras, Rafael e Iván, para vendernos la moto, perdón por el juego de palabras, de que iban a instalar en la Zona Franca una factoría para el ensamblaje de un velocípedo. Zona Franca se gastó 1,5 millones en habilitar la nave que fue de Altadis mientras que las administraciones les dieron 8,5 millones en eso que llaman "créditos blandos". Diez millones en total. Los primos consiguieron juntar en un acto a todos los representantes de las diferentes administraciones (Junta, ZF, Gobierno, Diputación, Ayuntamiento, Universidad). El alcalde llegó a decir que Torrot venía a Cádiz gracias a las políticas de movilidad puestas en marcha por el Ayuntamiento. Torrot empezó a poner publicidad en el Cádiz CF , en todos generó la esperanza de una fuente de empleo. A mí, sin ir más lejos, siempre me recordaba a la niña del altavoz, qué guasa tiene en la voz: "Torrot, el ciclomotor capicúa que primero se sitúa, Castro y Gutiérrez, Conde O´Reylly".

El gatillazo ha sido de aúpa, un ridículo espantoso para todos los que aquel infausto día aparecieron en la presentación. El millón y medio de la Zona Franca solo se podrá recuperar si viene una empresa a instalarse a la nave. Los 8,5 millones cualquiera sabe dónde están. Habrá que seguir el consejo del Ronco: sigue la pista del dinero, a pesar del escaso éxito en las pesquisas con los dineros de Bahía Competitiva. Ya lo dijo en su día Carmen Calvo: el dinero público no es de nadie.