LAS encuestas las carga el diablo". Me lo dijo hace años Joaquín Leguina, que es estadístico en la vida civil y entonces era presidente de la Comunidad de Madrid. Los debates y las encuestas han devorado esta campaña electoral y probablemente han simplificado la dirección de los votos. Viene una marea bipartidista que va a dejar temblando a todas las minorías de España el 9 de marzo. Y en el superdomingo andaluz, con la votación añadida del Parlamento regional, Izquierda Unida y la Coalición Andalucista van a pagar una factura doble. Las encuestas encargadas por los medios andaluces dicen que las huestes de Julián Álvarez bajarán en votos y escaños. Todos le adjudicamos de cero a tres diputados. Pero se da la circunstancia curiosa de que cada sondeo le da los escaños en distintos sitios. El Grupo Joly, dos fijos, en Cádiz y Sevilla, y uno probable en Málaga. El País le otorga diputado en Córdoba y uno posible en Málaga. En la del Abc podrían sacar uno en Cádiz, Córdoba y Sevilla. Antena 3 y Onda Cero confirman esos tres escaños y alguno más. En fin, si salen en todas las provincias indicadas, se quedan como están. Los candidatos andalucistas ya tienen argumento para combatir el voto útil. Con un puñado de apoyos más, mantienen su grupo parlamentario. Álvarez causó buena impresión en el debate televisado de la semana pasada. Muchos periodistas le reprocharon que no concretara sus propuestas en cifras, pero expertos en imagen, especialistas en televisión, analistas políticos y ciudadanos varios agradecieron al líder andalucista su discurso ilustrado y ameno. Si le salen bien las cosas habría que convenir que las encuestas las ha encargado su ángel de la guarda. Este partido ha encontrado un buen líder, el domingo sabremos si no ha llegado demasiado tarde.