Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

El camello y la aguja

El alcalde alardea de ateo y de defensor de las tradiciones católicas de la ciudad, incluidas medallas a vírgenes

En abril de 1980 un grupo de 40 parados de Cádiz se encerraron en el Convento de Santo Domingo e iniciaron una serie de actuaciones liderados por los hermanos Pepe y Lorenzo Jiménez, provenientes ambos de las Juventudes Obreras Cristianas y el Movimiento de Objeción de Conciencia .

Llamaron tanto la atención sus movilizaciones (iban a comer a restaurantes o a comprar y se iban sin pagar, lo que ahora se llama un sinpa) que al final el PSOE se dedicó a buscarles trabajo en la administración, organizado todo por Luis Pizarro, entonces hombre fuerte del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Cádiz. Unos entraron en la Diputación, otros en el Mora, otros de fijos discontinuos en la playa, otros en el propio Ayuntamiento y a otros se les asesoró para que creasen cooperativas a las que se les garantizaba el trabajo . Una de esas cooperativas fue la que montó el hoy llamado Ciudadano Lorenzo dedicada a la iluminación extraordinaria. En el Convento de Santo Domingo estaban el padre Pozanco y el padre Eugenio. Yo no recuerdo a Pascual Saturio, aunque puede que estuviese de novicio. Lo sabe bien Ana Camelo, viuda de Pepe Jiménez. Muchos de aquellos parados con el paso del tiempo han terminado de dirigentes sindicales tras garantizarse su futuro. Cuento todo esto porque el otro día el alcalde decía que el prior de Santo Domingo apoyó las movilizaciones de ese grupo de parados. Dijo José María González que fue en los 90 pero debe ser que alguien le ha informado mal porque en aquella época él igual correteaba por las calles de Rotterdam. Dijo también que Pascual Saturio había sido profesor (supongo que de religión) de muchos de los concejales de Podemos. Si es así el padre Pascual no se merece distinción alguna: el alcalde alardea de ateo y de defensor de las tradiciones católicas de la ciudad, incluidas procesiones y medallas a vírgenes. Las clases no dieron sus frutos dada la extraordinaria empanada mental .

Eso sí, el momento cumbre del pleno municipal fue cuando la concejala eterna y millonaria, Mercedes Colombo, se erigió en portavoz de los católicos gaditanos para desgracia de este grupo de vecinos. Yo creía que el portavoz era el obispo pero igual a Colombo la han elegido Gran Diaconesa, cargo por supuesto remunerado para que pueda cumplimentar la exigua paguita de 200 mil euros al año que entra en su casa. No recuerdo bien cómo era aquello del camello y el ojo de la aguja. Está la cosa muy chunga y de cajera en Unicaja se gana una miseria, de ahí su persistente vocación de servicio público.

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