Esto del invierno tiene muchos fans, que se refieren a él con diminutivos: sofalito, mantita, cafelito, calentito... Los oyes hablar y parece que están hibernando en la cueva del oso Yogui y no van a salir de casa hasta abril ni a por el pan. Es verdad que la lluvia, cuando cae fina como cantaba 'Triana', a veces reconforta. Sobre todo si estás en casa sin más que hacer que acurrucarte y matar el tiempo a conciencia y sin remordimentos. A mí, la mayoría de las ocasiones me incomoda porque me chafa los planes o aparece a la hora crítica de llevar a o recoger a los niños del colegio. Pero a los amantes de los aguaceros les encanta pontificar con la socorrida frase: el agua es buena pa los campos. No piensan en los comerciantes que en estas fechas se buscan unos euros ni en la repercusión de las trombas, como hemos visto este fin de semana. Y sí, el 'hay gente pa tó' está íntimamente relacionado con el 'nunca llueve a gusto de todos'. La vida misma.