En Cádiz somos especialistas en tempestades que se desarrollan en vasos de agua. Ya que este verano no hay levanteras nos inventamos temporales para animar el cotarro. Lo de las tres cruces del Calvario que iba a usar un coro con mosqueo de la cofradía de El Perdón y reculada del que se quedó con el corazón partío cuando se fue María Romay es algo grande. Un drama gaditano. Otro: que haya gente que quiera cantar coplas de Juan Carlos Aragón como si eso fuera folklore popular cuando debe estar restringido al marido de la concejala y compañía. Ahora llega la última pugna local: el tiovivo en la plaza de la Catedral que han impulsado los comerciantes pero no ha gustado a la Asociación de Vecinos. Algunos piensan que afea la plaza, uno de los principales reclamos para el turismo. Otros opinan que es un estímulo para que la gente venga al centro a comprar. La Asociación de Vecinos que dice que mejor a Canalejas o a la plaza de España, digo yo que incluso a San Antonio, que parece el desván donde se sitúan las pistas de hielo sin hielo, las exposiciones itinerantes de La Caixa, los mercadillos ambulantes de todo tipo, los pregones y demás. No sé el motivo por el que esta vez no se ha pensado en San Antonio. Una dura polémica, impresionante, como un enfrentamiento Pina-Vizcaíno, como los defensores del estilo gaditano de carga frente a los que quieren una modernización de la misma manera que hace años se vivió la encarnizada polémica sobre si las mujeres podían salir de penitentes o incluso de cargadoras ( o costaleras, o nazarenas, como quiera que se diga). Yo , como la chirigota, me voy de camping. Me resbala. Los caballitos que suben y bajan, como el coro de La Viña, me da igual si se ponen en un lugar o en otro porque en realidad no tengo hijos para llevar, estoy casi en la edad de llevar a bisnietos dada la decrepitud que refleja mi edad provecta. No veo mucho problema en que se ponga en un lugar lateral de la plaza de la Catedral, como tampoco vería mal que se pusiera en San Antonio o incluso que no se pusiera en ningún sitio. No entiendo muy bien la perra de los detractores y la de los defensores del tiovivo. Antiguamente, durante la Feria del Frío, se ponían unos cacharritos en Santa Bárbara. Ahora no hay Feria del Frío y como en Cádiz ni hay feria ni calle del Infierno ni hay caballos ni nada parecido pues nos hemos de conformar con esta atracción veraniega para regocijo de los bares de la plaza.

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