La baronesa Teresa

Teresa Rodríguez lo explicó muy bien: Pablo Iglesias no quiere barones, pero ha fundado "una monarquía"

Atención a las primarias de Podemos en Andalucía, que son muy interesantes. Pueden tener más repercusión política de la que algunos consideran. En estas primarias internas hay un duelo de mujer contra mujer, entre Teresa Rodríguez, lideresa anticapitalista, e Isabel Franco, diputada por Huelva, que es la patrocinada por Pablo Iglesias. En realidad, Pablo patrocinaría a cualquiera que no fuera Teresa, que va a su aire y alardea del pisito que comparte con su pareja, el alcalde de Cádiz, José María González (Kichi para los amigos), en contraste con el chalé que Pablo Iglesias comparte con su pareja, Irene Montero. Hay parejas y parejas, todas no son iguales, pero todas sufren. En Podemos ya se sabe que donan la mayor parte de sus sueldos, y así llegan con dificultades a fin de mes.

Me gustan las primarias de los partidos, porque los candidatos de las mismas ideologías se dicen burradas a las que sus rivales no se atreven. Ahí tenemos a Soraya Sáenz de Santamaría y a Pablo Casado, que parecen enemigos de toda la vida, y no vean los supporters de unos y de otros, que antes se reían de las primarias y la nueva política. Funcionaban a dedazo del jefe, y ahora van como locos. Por el contrario, los de Podemos Andalucía antes iban como locos y ahora el jefe quiere que funcionen a dedazo. A eso se le llama la ley del péndulo.

Teresa Rodríguez lo explicó muy bien: Pablo Iglesias no quiere barones, pero ha fundado "una monarquía". Será una monarquía republicana, que le tiene a él como rey y a Irene Montero como reina, aunque sea la reina de la casa, digo del chalé. También tienen ya la corte. Y el conde duque de Echenique para lo que haga falta. Por no hablar del marqués de Monedero, que administra hasta los tiempos. Y así como Fernando el rey se unió con Isabel la reina, y tanto monta, o monta tanto, resulta que Pablo se ha unido con Pedro y fijarse en lo que están montando. Son como unos Reyes Ateos, por contraste con los católicos.

A Teresa no la dejan ser baronesa, con su Marea Andaluza, ni virreina tampoco. A Teresa la quieren dejar, a la pobre, encerrada en su pisito, o que juegue al bingoen la Caleta. Por eso le han echado a pelear a la señora Franco (que vaya apellido que tiene, también es casualidad); y se pelearon en su debate primario, que son los mejores, diciéndose todo lo que se tenían que decir.

Pronto sabremos si Podemos aún existe en Andalucía, o se han ahogado con la Marea. Susana Díaz, por si acaso no le cuadran las cuentas, está esperando.

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