Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

EL Cádiz se jugaba mucho en La Malata ferrolana, frente a un rival directo en la lucha por eludir los puestos de descenso. Tras una buena reacción ante Albacete y Numancia, el Sporting y el Ferrol han devuelto el pesimismo a la afición amarilla, sobre todo por la rebelión de los modestos, donde los hasta hace poco descendidos Ferrol, Xerez Alavés, Albacete o Las Palmas, han dado un golpe de timón, cambiado el rumbo y encontrando la corriente que les lleve a un buen puerto, dejando su sitio a otros equipos que teóricamente empezaron con ilusión de estar en los puestos de ascenso y ahora se están viendo seriamente comprometidos en la zona baja. El aspecto emocional empieza a jugar un papel más determinante en este tramo final de Liga, donde el estado físico está más condicionado por el factor psicológico. La falta de criterios y una planificación correcta han sembrado dudas en la entidad, trasmitiendo inseguridad en los componentes de la primera plantilla cadista. Los continuos cambios en el banquillo no ha permitido el afianzamiento de un once denominado titular, provocando que aquellos jugadores que no tienen sitio cada semana para salir desde el inicio, incluso aquellos que se quedan fuera de la convocatoria, reclamen un puesto. Si a todo esto le sumamos la inclusión de algunos jugadores del filial en detrimento de los profesionales, porque el técnico, con su respetable criterio, piensa que pueden aportar algo más que sus compañeros, se crea un clima de desconfianza generalizada. El equipo necesita el apoyo desde afuera, pero los futbolistas desde dentro deben aportar actitud y saber estar. Ya habrá tiempo para rasgarse las vestiduras.

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