VOY en el coche y escucho la anécdota en una retransmisión de fútbol. Dice el locutor: "Avanza, corre la banda, pero el linier levanta su aparato..." Carcajada general en todos los receptores y en sus compañeros de emisión. El hombre recoge alas y dice: "Se entiende el banderín". Al oírlo, recuerdo otra similar. En el Congreso, un diputado está hablando y no se le oye bien. Don Landelino Lavilla presidente le indica: "Señor diputado hable más fuerte, no se le oye" y responde el aludido: "Señor presidente es que mi aparato no funciona". Carcajada general, que por ser donde es, dura más de lo previsto, dejando al diputado mas que cortado. Y aún más, que si alguien no recordara después su nombre, queda definido por el del aparato estropeado. Y es que la gente tiene la mente pérfida, porque aparatos hay muchos, circulatorio, nervioso, excretor, respiratorio y todo el mundo piensa en el otro. Y es más, volviendo a los protagonistas, juez de línea y diputado, siempre se le echa la culpa al aparato. Pero, como cuando uno va en el coche, la olla no para de cavilar, se me ocurre que esto nos pasa a todos en la vida ordinaria. Cuando el aparato se refiere a una cosa física, aparato de radio, quirúrgico, de luz, entonces puede ser bueno o malo el comentario. Pero cuando es a un organismo, siempre es negativo, le echamos la culpa "al aparato" aparato administrativo, policial, judicial, informativo, legislativo, comercial...como si los aparatos tuvieran vida y los demás fuéramos monigotes de los aparatos. "No, esto es del aparato", "no, es que el aparato lo ordena así", "quéjese usted al aparato" " mire usted esto viene del aparato"...¡caramba con el aparato! Como si fuéramos simples tornillos de un fantástico engranaje, predestinados todos los actos y actividades por el aparato. Es en suma un echar la culpa a otros o al de mas arriba o al del lado, para quitarnos las pulgas. Muchas veces una persona, por dejadez o desidia de otros compañeros o políticos, asume todas las cuestiones y es el alma mater de todo el sistema. Y encima la gente se queja ¡aquí nada se hace sin fulano! ¡Hay que ver lo que manda fulano! Y es que este hombre lo asume todo, tiene responsabilidad, no se fía del aparato.