DICE un amigo mío, con mucho ánge y su pizca de nostalgia, que se dio cuenta de su edad cuando descubrió que recordaba perfectamente los sucesos que se cuentan en las páginas de efemérides de este diario. Otra amiga aseguraba que la toma de conciencia de los años te sorprende, como una revelación, cuando ya no eres capaz de encaramarte toda la noche a esos zapatos modelo subirte al andamio con los que, no hace mucho, reinabas en todas las pistas de baile al ritmo del Boom 8. La charla avanzó, como avanza todo en la noche, de la broma al existencialismo: la muerte de un ser querido te precipita a la madurez; los hijos; las amistades perdidas... "La edad te sobreviene cuando pasas de preocuparte por tu destino a preocuparte por tu futuro", dije haciéndome la interesante cuando, en realidad, los años me llueven en cruel tormenta de verano cuando llegan al periódico los chicos de prácticas.