NI siquiera teniendo en Cádiz a un alcalde de los suyos se notó mucha ayuda. Es más, en todos esos años la ciudad no despegó como lo hicieron otras capitales. Carlos Díaz acabó aburrido de que su partido ninguneara a la capital gaditana. Luego vinieron los 20 años de Teófila Martínez, en los que el desencuentro entre la alcaldesa del PP y la Junta del PSOE fue constante. La rivalidad política la pagaron los gaditanos. Sólo hay que recordar la cantidad de proyectos pendientes que la administración autonómica mantiene con esta ciudad, abanderando la lista de fracasos la vergonzante situación de la Escuela de Hostelería. Ahora, tras el año I de González Santos, la cosa no ha mejorado y tiene visos de empeorar. El pique que mantuvo el alcalde con Susana Díaz en la presentación del buque 'UCADIZ' refleja que tampoco ahora hay 'feeling' con la Junta. 37 años en los que no hemos tenido suerte con el mismo partido.