DURANTE estos días y durante buena parte de la primavera, el final del verano, el otoño... ustedes recurren a la encuesta como herramienta que mantiene el caos que a todos nos rodea en niveles tolerables. Como si del paracetamol de las incertidumbres se tratase. ¿Qué va a pasar desde el día 22 de marzo? ¿De qué forma los resultados en Andalucía modificarán las intenciones de los electores del resto del país? ¿Podría volver "la legislatura de la pinza"? ¡Ay, ay, ay! Pues si tanto le duele tómese una encuesta cada 24 horas y no descanse hasta que remitan los síntomas.

En el Lejano Oriente hacemos las cosas... a nuestra manera. 2015 será un año apacible en Asia. Lo ha dicho el embajador de China en Filipinas. Los grandes conflictos en los que este país tiene intereses no van a dar grandes titulares y el mayor de todos ellos, la reclamación de soberanía sobre unos islotes y arrecifes a medio camino entre Filipina y China, va a evolucionar de forma armoniosa. Lo dice la oveja del Año de la Oveja en el calendario chino cuyo nuevo año ha comenzado hace poco. Sí, esa fiesta de dragones y percusiones que cada vez celebran más y mejor en Cádiz, en el Atlético de Madrid y en España en su conjunto. Ni que decir tiene que es porque cada vez hay más dinero chino en la economía de la piel de toro, un proceso que ya se completó en Filipinas hace muchos años, tantos como tienen los mantones de Manila.

Así las cosas, los augurios del Año de la Oveja apuntan hacia la paz, la dulzura y la constancia. Por lo tanto el año será estable y pacífico en Asia y, de forma muy particular en el Mar de la China Meridional. Por mucho fondo de inversión que llegue a Andalucía no veremos en San Telmo una comparecencia pública que comience con las palabras: "el año de... nos traerá...". Aun así yo escribiría que el territorio ha comenzado el Año del Lince, vista la meticulosidad con la que ha sido decidida la fecha de las elecciones. A mi no me pregunten qué les traerá el lince del quince. Una colección de ejemplares perfectamente amaestrados, imagino.