El amo de la ciudad

El peatón de Cádiz podría vivir mucho mejor, es verdad, pero ha avanzado bastante en los últimos años

Cuidado con este título, que no va por donde los malpensados se imaginan. El amo de la ciudad de Cádiz es el peatón. Al menos eso es lo que pretende la Asociación Gaditana de Peatones La Zancada, que preside Moisés Velasco, y que se ha formado en esta ciudad tan participativa y asociacionista. Y, en lo referido al Ayuntamiento, vemos que Martín Vila está por la labor. De vez en cuando monta un sarao peatonal y lúdico en la plaza de España. Incluso en un día peatonal que es más propio para los besamanos y besapiés

Por supuesto, hay que defender los derechos del peatón. Me parece muy bien. Peatones somos todos. Aunque no estoy tan de acuerdo con la idea de que los ciudadanos de Cádiz viven sometidos al tráfico motorizado. Al menos, si se compara.

En China, por ejemplo, que es un país supuestamente comunista y la segunda potencia mundial, el orden de prioridad, en la vía pública, es el siguiente: 1. El autobús; 2. El taxi; 3. El coche privado (cuyo uso está limitado a un cierto número); 4. Las motos (abundan las eléctricas); 5. Las bicicletas (van en tropel); 6. El peatón, que es el último mono que pasaba por allí. Su vida corre alto riesgo en los semáforos. Lo mismo ocurre en ciertas ciudades europeas. En Roma, por ejemplo, se ven escenas horribles.

El peatón de Cádiz podría vivir mucho mejor, es verdad, pero ha avanzado bastante en los últimos años. En esta ciudad hay personas que han visto coches circulando con regularidad por la calle Ancha, autobuses por la calle Pelota y aparcamiento público en la plaza de la Catedral. A estas alturas del siglo XXI, sólo los vecinos con garajes y algunos insensatos se dedican a cruzar en coche las calles del centro histórico que no son peatonales. Cádiz es una ciudad fácil de recorrer (me refiero a las distancias) para el peatón. Además, si circulas en coche, te puedes encontrar con esquinas que son ruinosas para las compañías de seguros.

Otra dificultad que tiene Cádiz es el aparcamiento. Por eso, era conveniente que hubieran construido el parking disuasorio de la plaza de Sevilla. El problema que encuentra el peatón, el ciclista, el motorista, el automovilista y demás es que el Ayuntamiento carece de un plan de tráfico, tampoco tiene un plan de aparcamientos y no ha empezado el carril bici. Con lo cual, en estas cuestiones, y en otras, es como si no existiera.

Pidamos a San Cristóbal (que está en la Divina Pastora, y que en otros tiempos presidía concurridas procesiones de automovilistas) que interceda por los peatones. Al fin y al cabo, San Cristóbal nunca tuvo coche.

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