La ciudad y los días

carlos / colón

Los altares vacíos

CREÍAN los ilustrados -generalizo llamando así a cuantos consideraban la religión mera superstición que sería barrida por las luces de la razón- que los altares vacíos serían ocupados por el arte, las humanidades y las ciencias; que el culto a los santos sería sustituido por el culto a la Humanidad y la inteligencia; que el hueco dejado por la superstición sería llenado por la razón y que esta guiaría los pueblos hacia un progreso irrefrenable que acabaría con todas las injusticias e infelicidades. El símbolo mayor de esta aspiración fue la entronización, el 10 de noviembre de 1793, de la Diosa de la Razón en el altar mayor de la catedral de Nôtre Dame. 221 años después de aquel noviembre la conversión pública de las fiestas de Todos los Santos y los fieles difuntos en el carnaval de Halloween demuestra algo sabido: los altares vacíos no necesariamente albergan el culto a la razón.

El triunfo internacional de Halloween supone el regreso adulterado de una antiquísima tradición celta, posteriormente romanizada y cristianizada, a través de su importación en el siglo XIX a los Estados Unidos. Desde allí se ha puesto de moda en todo el mundo gracias al cine y la televisión. Nada nuevo: en cada época las culturas dominantes han impuesto sus tradiciones y costumbres al resto del mundo. Las calabazas huecas y los niños disfrazados de brujas o fantasmas se han exportado como se exportó el árbol de Navidad cuando, tras ser durante siglos una tradición alemana, el príncipe Alberto lo importó a la corte Inglesa y -con Dickens como notario de esta novedad- se puso primero en el castillo de Windsor en 1841, después en los hogares ingleses por imitación de la corte y finalmente en todo el mundo por imitación de las costumbres inglesas.

Siendo los Estados Unidos al mundo en el siglo XX lo que fue Inglaterra en el XIX, y dándose además esta supremacía en la era de la comunicación de masas, es lógico que la forma anglosajona de celebrar la víspera de Todos los Santos (Halloween es la contracción de All Hallows Eve" víspera de Todos los Santos) haya arrollado las tradiciones católicas tras vaciarse ella misma de su origen religioso pagano y cristiano para adecuarse al mundo de los cómics y el cine de terror. Lamentarlo no sirve de nada. Sólo constato que el vacío de los altares de ánimas lo han llenado tortugas ninja, zombis, batmans, spidermans o brujas. Pobre Kant.

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