Alerta amarilla o naranja. Por el viento, la lluvia o la nieve, sí. Pero también alerta (verde botella, gris marengo o rosa palo) de políticos. Vienen en oleadas. Las próximas elecciones tienen la culpa. Avalancha de actos de delegados territoriales, concejales, candidatos a alcaldía... Granizada de proyectos olvidados que se desempolvan y que el día después de las urnas volverán a dormir en el cajón del olvido. Aproveche si acaba de poner la placa de ducha en su cuarto de baño. Mañana se la inaugura cualquier político y sale usted en los informativos. Y hasta en Radio Juventud. Seguro. Sin sonrojarse, que es lo más grave. El gran negocio en los próximos meses consiste en fabricar cascos de obras. Para personajes y personajas trajeados o trajeadas que miran con asco las espiochas y las hormigoneras. Y cintas de refinos con las banderas de España y Andalucía. Queda inaugurada la Gran Patochada Popular. Como para no estar alerta.