CASI todos los alcaldes de Cádiz han pasado a la historia por algún motivo especial, mayormente por un puente. Ramón de Carranza pasó por ser el primero que tuvo la idea de construirlo. José León de Carranza porque recuperó la idea de su padre y convenció a Franco para que lo construyera. Jerónimo Almagro porque, después de inaugurar el primero, pidió el segundo. Ya en los tiempos democráticos, Carlos Díaz consiguió la liberación del peaje del puente Carranza. Teófila Martínez fue la alcaldesa del segundo puente, aunque el cambio le llegó cuando estaba a punto de ser inaugurado. Ese honor sucedió cuando ya era alcalde José María González. Pero Kichi, lejos de pedir a Rajoy en funciones que le construya el tercer puente, pasará a la posteridad por otro motivo: por ser el alcalde de las banderas.

No sólo ha heredado deudas. También recibió un mástil muy alto y una bandera de España muy grande. En consecuencia, ha decidido perfeccionar la obra de su antecesora en la plaza de Sevilla. Y, a falta del aparcamiento subterráneo, las inversiones de ocio gastronómico, a falta de todo lo que falta, mientras repite anuncios en las pantallas LED, se ha volcado en la ampliación de la colección de banderas. Empezó con la de Andalucía, aprovechando el 28 de febrero, y siguió con la de Cádiz, en homenaje al 19 de marzo. Algunos pensamos que en abril engrandecería el patrimonio con la tricolor republicana, pero se limitó a exhibirla en la balconada municipal, hasta que un juez le dijo "apaga y vámonos".

En los últimos meses, se han dedicado a sorprender. Hoy pongo esta, mañana quito la otra, y la semana que viene ya veremos. En general, no se entienden los códigos de funcionamiento. Debe ser algo esotérico. ¿Por qué el domingo del Corpus está la bandera de España y el lunes siguiente aparece allí la de Cádiz? ¿Quién toma esas decisiones? ¿En qué fundamentos o caprichos se basan? Las banderas necesitan más transparencia. Decir en el portal: hoy toca ésta.

Se ha sabido que izará la bandera arco iris con motivo del Día del Orgullo Gay. Al parecer, es una cesión altruista, que no derivará gastos en beneficio de la fábrica de nuestras banderas. Igual que se va colocar esa, podrían poner otras 20 como mínimo. Ya tengo escrito que se debería exhibir una gran bandera pontificia durante la Semana Santa y otras fiestas religiosas solemnes. Y, por supuesto, la del Cádiz CF, si asciende.

Algunos creen que cambian las banderas para que no se hable de los problemas. Como si en Cádiz hubiera problemas…