Un mensaje nos advierte del apocalipsis que viene. La desinformación se convierte en tan peligrosa o igual que el propio virus. Un primo de un amigo del vecino del quinto del bloque de enfrente ha escuchado que ya hay un montón de infectados y que nos lo están ocultando. Por otro lado, otros mensajes nos recomiendan qué debemos tomar para hacerle frente. Empresas intentan hacer su agosto particular ofertando todo tipo de productos para estar a salvo. El miedo actúa como paralizante del cerebro. No se trata tampoco de tomarnos a broma el tema pero no debemos perder la calma. La gente se lanza a comprar mascarillas porque mucha gente lo hace. El ruido llama al ruido. Los datos nos dicen que la incidencia mortal del coronavirus es mucho menor que otras enfermedades comunes pero nos la tomamos como la auténtica peste del siglo XXI. Precaución y responsabilidad, por supuesto. Histeria no, por favor.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios