Editorial

Violencia incubada en la pobreza

EL asesinato de un ciudadano de Malí en la localidad almeriense de La Mojonera, a manos de un marroquí, vuelve a poner de manifiesto la fragilidad con la que se desarrolla la convivencia en municipios en los que la población inmigrante supone casi un tercio (30% en La Mojonera) de las personas que los habitan. La batalla campal posterior al asesinato, tras el intento de robo de la cartera del inmigrante maliense a manos de un magrebí, es la segunda que tiene lugar en esta zona del Poniente de Almería en tres meses. La primera tenía lugar en el barrio de las 200 Viviendas de Roquetas, a muy pocos kilómetros de donde se ha producido este nuevo brote de violencia callejera y de enfrentamiento entre inmigrantes de dos etnias distintas (subsaharianos y magrebíes). Las condiciones en las que viven no son, ni mucho menos, el mejor caldo de cultivo para pensar en una convivencia pacífica. Cientos de inmigrantes, hacinados muchos de ellos en chabolas o en viviendas en mal estado, buscan un jornal en los invernaderos, objetivo que, en tiempos de crisis, resulta más que complicado lograr. Las condiciones de vida de este colectivo no han mejorado nada en los últimos ocho años. A pesar de las promesas que tanto el Estado como la Junta hicieron hace ahora ocho años tras los sucesos de El Ejido, lo cierto es que la situación de aquellos que llegan a España -la mayoría en condiciones de ilegalidad- sigue siendo la misma: chabolas, pisos compartidos por muchos miembros, paro y escasez de recursos son las premisas sobre las que se asienta la vida cotidiana de miles de inmigrantes, en la que las tensiones son algo común. De vez en cuando, la muerte de una persona, como el lunes sucedió en La Mojonera, pone de relieve el polvorín sobre el que se desarrolla la vida en los pueblos con más inmigrantes. La solución parcial de estos conflictos requiere la asunción de responsabilidades por parte de las administraciones, la búsqueda de condiciones de vida más dignas, la repatriación de los ilegales y ayudas para el regreso de aquellos que se han quedado sin trabajo y no tienen medios para volver a sus países de origen.

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