Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Ser o no ser

José Guerrero 'yuyu' /

Viaje a ninguna parte

LA semana pasada, en estas mismas líneas, un servidor destilaba optimismo ante la posibilidad de que el Cádiz pudiera encontrar el camino que lo llevara a los puestos de play offs, pese al pinchazo ante el Sevilla Atlético. Me podía más el corazón que la CABEZA. Pero el desastroso partido ante el UCAM de Murcia en Carranza y las posteriores palabras de Raúl Agné me han despertado definitivamente del sueño. Si hace siete días titulaba este espacio "Podemos", ahora pienso que ni podemos ni locos. Si nos metemos será por un milagro de Dios, pero ni tenemos calidad, ni casta suficiente para hacerlo. Olvidémonos.

Y es que uno pensaba que con el paso del tiempo el Cádiz encontraría su juego y lo pondría en práctica. Pero lo que me ha hecho abrir los ojos han sido las palabras del entrenador, cuando tras el partido de la semana pasada decía: "No tenemos nivel técnico para hacer un buen juego". Son bonitas maneras de decir que lo hay no vale un duro. Esto es lo que hay y con eso tendremos que tirar. Y luego ha dicho el mister que "o rentabilizamos los goles o no vamos a ningún sitio". Esto es ley del fútbol en cualquier equipo, pero en el Cádiz cobra máxima trascendencia, visto lo que piensa el entrenador de lo que tiene en el vestuario. Creo que lo que Agné quiere decir es que hay que meter un gol y rogarle a todos los santos que el otro no meta, porque entonces… se nos acabó la historia. Si sumamos todo eso, la conclusión es que ni dentro del vestuario, ni en el club, se cree nadie que podamos alcanzar los puestos de ascenso. Y aunque por un milagro excepcional se consiguiera, aquí no hay calidad ni para el primer cuarto de hora de la primera eliminatoria. Ruina total. Calidad mínima. Eso es lo que hay. Y cuanto antes lo asumamos, mejor.

Todo lo demás es engañarnos a nosotros mismos. El objetivo de esta campaña es acabar con la máxima dignidad posible (si es que nos queda alguna) y empezar a planificar la que viene con las máximas garantías. Pero, ¿Quién nos garantiza nada?. Ni el presidente Florentino Manzano tiene claro quien está detrás del Cádiz, quién controla el club.

Pues con estos mimbres, pocos canastos vamos a hacer. El Cádiz está condenado (lo han condenado) a hacer una temporada mediocre donde las hayas. Creo que la temporada mas patética que recuerdo en mis años de cadismo. Y si todavía los corazones cadistas albergan una cierta posibilidad de algo es porque se resisten a reconocer a este club como el suyo.

Y entonces ¿qué?. Esa es la pregunta del millón. Yo lo tengo claro. Semana a semana y Dios dirá. Ilusionarse para pegarse un batacazo a la semana que viene es para nada. Mientras el equipo esté donde está, alejado de los puestos de descenso, tranquilidad. Porque no va a ocurrir nada más serio. Aquí no hay ni plantilla, ni proyecto deportivo ni niño muerto. El Cádiz es un esperpento, una caricatura de lo que fue. Así que aunque quede feo, mientras el Cádiz no se meta en más problemas, me da igual lo que haga. Es triste pero es así. Que pena, joder.

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