En el Café del Correo, la tertulia política que presenta y dirige Fernando Santiago en 8TV, hemos puesto un reloj en marcha que podría incluso tener carácter retroactivo, es el reloj de las cosas paradas. En Cádiz fundamentalmente pero que podría aplicarse a otras muchas localidades de la Bahía y de la provincia (y Andalucía, España y la Humanidad, claro está). Una de estas cosas es el viejo Valcárcel, donde iban a hacer un hotel de cinco estrellas, que no hicieron. Y en donde se estuvo hablando de traer 'Magisterio', que nunca se materializaba. Pues ahora parece que sí, lo que no deja de ser un magnífica noticia para Cádiz, que retoma de algún modo ese diseño de ciudad universitaria que se abandonó en los años 80, desgraciadamente.

En esa Tertulia, la más veterana de las gaditanas, rezamos 'el rosario' de los misterios parados, como Tiempo Libre, la Ciudad de la Justicia, el nuevo Hospital, plaza de Sevilla, el castillo de San Sebastián, Náutica, el Olivillo, el solar de Radio Juventud, el HARE de la Janda, el día de la devolución del Puerto a Cádiz, como Málaga, Barcelona... Algunas veces ponemos el nombre del que gestiona los parones y otras preguntamos al aire de las ondas por las causas, algunas incomprensibles, como es el caso del tranvía de Chiclana a Cádiz y, suponemos, viceversa. Los trienios y quinquenios se amontonan sobre estas infraestructuras que o no se terminan o no empiezan, que de todo hay. Pero bueno, Valcárcel va a tener solución, al parecer, aunque sería bueno mirar las primeras de este Diario cuando se iba a hacer el famoso Hotel de cinco estrellas, que traería trabajo a la Viña y esplendor a Cádiz, casi era una cosa que se podía tocar con los dedos de las manos...

El reloj preside nuestros días, que finito somos, por eso es fácil acordarse del reloj. Si a fin de cuentas somos tiempo, esto es, un suspiro, el batir de las alas de una mariposa, tiempo le aplicamos a las obras que hacemos o a las obras que hemos dicho hacer, o nos han dicho que harían. Y de ahí el sufrimiento por lo no hecho o por lo mal hecho. Pero bueno, se ha puesto en marcha el reloj parado del Varcárcel y eso es una buena noticia. Quedan muchos relojes parados a los que no les dan cuerda y convendrán conmigo que es cosa triste una galería de relojes parados, es como un cementerio nocturno.

Ahora llega el tiempo del Tricentenario. Y el tiempo de los 25 años de Camarón, y... Cada uno podría hacer la lista y mirar si llegaremos a tiempo...