CON la llegada del mes de julio llegan las vacaciones escolares, y también la mayoría de las personas escogen como mes de vacaciones julio o agosto. Así, en los meses de verano, el turismo constituye una de las principales fuentes de ingreso del país.
Las vacaciones suponen el final de la actividad laboral a la que también llamamos trabajo. Indagando sobre el origen del verbo trabajar, y como se puede comprobar en el Diccionario de la Real Academia, procede de la palabra latina tripalium, que literalmente significa tres palos. Esto hace pensar que cuando se le dice a alguien que le den tres palos, querría decir que le den trabajo. O quizás quiera decir otra cosa, porque buscando más allá resulta que tripalium era un yugo hecho con tres palos en los que se amarraba a los esclavos para azotarlos.
Por tanto podríamos concluir que trabajo proviene de una palabra que representa un tormento. Y resulta que los gobernantes tienen que procurar tormento para los ciudadanos, y que para ello crean el Ministerio del Tormento y de la Seguridad Social. Para protestar de un tormento excesivo existe la huelga. Los ciudadanos reclamamos también tormento para todos, tan necesario en estos momentos.
Todo esto es muy complicado. En la Universidad se estudia como Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, y Cádiz cuenta con una excelente y reconocida Facultad que lo imparte.
En países sudamericanos al trabajo se le llama también laburo (palabra que recoge el diccionario de la lengua), que va más en la línea de la palabra laboral, y que también hace referencia al trabajo. Es curioso que en la sociedad del ocio al trabajo se le refiera como tormento, y en países de economía más deprimida el trabajo se considere una labor.
En cualquier caso les deseo que disfruten de sus vacaciones. No porque tras ellas puedan volver recuperados para su tormento o su labor habitual, sino porque volverán recuperados para su vida. Si se encuentra de vacaciones obligadas, mi deseo es que le atormenten pronto..
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