HA llegado el tiempo de matricular a los jóvenes que han superado la selectividad en las carreras que han elegido o en las que les han dejado elegir, según su puntuación. Algunos van a poder estudiar la carrera por la que sienten vocación, si bien esto de las vocaciones profesionales va dejando paso al pragmatismo y se engancha uno a lo que le dicen que tiene más salida, dicho de otro modo, la matrícula se hace, si se puede, en la carrera con más posibilidades de encontrar un trabajo. Pero ojo, no todas las universidades son iguales, ni mucho menos. Tampoco es el objetivo de esta columna de hoy descifrar las claves de una universidad buena o mala, tiempo habrá para ello. Pero sí es mi intención hoy llamar la atención sobre lo que es una universidad y lo que es una universidad que solo cumple parcialmente los objetivos de una universidad. Los objetivos de una universidad es enseñar y eso más o menos lo cumplen todas con más o menos éxito, tanto las públicas como las privadas. Pero el segundo de los grandes objetivos de las universidades, generar conocimiento, solo lo cumplen las universidades públicas, y también con más o menos éxito. Digo esto, porque hay mucha publicidad en torno a las universidades privadas. Dicen que realizan una docencia de excelencia, que ofrecen un cuidado integral al alumno, que la formación está dirigida al sector productivo, etc, etc. Pero ninguna, o casi ninguna de las universidades privadas, dice que realizan una investigación competitiva, que estimula la investigación entre sus alumnos o que en su seno se realizan importantes investigaciones con fondos públicos o privados. Y es que las universidades privadas, no todas, generalizar sería una exageración, en realidad son centros de enseñanza de una disciplina u otra. Muchos me dirán que en algunas universidades públicas tampoco se hace investigación. Es cierto, y es algo que debemos evitar a toda costa. No son tiempos buenos para la investigación, pero la investigación es universidad y la universidad es investigación, además de docencia. Lo demás es un invento copiado de excelentes universidades inglesas o americanas, pero que aquí en España no dejan de ser un negocio.