Cuando era delegado de la Policía Local Rafael Garófano lo primero que hacía cada mañana al llegar a su despacho era preguntar cuántas denuncias se habían puesto de asuntos que no tuvieran que ver con el tráfico. Como se pueden ustedes imaginar, una ridiculez. El cumplimiento de las ordenanzas municipales quedaba para los inspectores de las distintas ramas de la administración por mucho que todo Equipo de Gobierno nos ha anunciado la policía de barrio y bla bla bla. Es decir, ni un solo policía paseando por las calles para ver si se cumple la normativa sobre limpieza, sobre espacios públicos, sobre venta ambulante y todo lo demás. Aquí se puede ocupar a las bravas la plaza de San Agustín sin que nadie levante un acta de inspección, incluso con la complicidad municipal que utiliza medios públicos para quitar la base de una farola que molestaba. Ahora lo más importante la llegada de Úber. Digo yo que esta empresa podrá operar si tiene los papeles en regla: si sus vehículos han pasado las correspondientes inspecciones, si tienen licencia para ello, si los conductores están regularizados. Pero ya sabemos que el Equipo de Gobierno es de POSEMOS, donde priva el postureo. La administración debe cumplir y hacer que se cumpla la ley y quienes tengan potestad para cambiarla, que lo hagan si así les parece. Mientras tanto nadie se puede tomar la justicia por su mano y ningún gobierno responsable puede incitar al uso de la coacción .

El taxi es un servicio público sometido a licencia. En la ciudad hay algo más de 200 que malviven dado el tamaño del núcleo urbano ya que las carreras son muy cortas. El número de licencias está limitado porque los propios taxistas no quieren más competencia ya que bajaría el precio de compraventa, ahora en torno a las 50 mil euros. Como en todo gremio hay gente buena y gente menos buena, gente que cumple la ley, las ordenanzas , paga sus impuestos, tiene el vehículo limpio , tiene el seguro correspondiente, trata con amabilidad al pasajero, pone el aire acondicionado, no castiga al cliente con emisoras golpistas o preguntan qué emisora quieren. También hay de otro tipo que no es preciso calificar porque todos nos hemos topado alguna vez. Lo que debe hacer el Ayuntamiento es hacer que se cumpla la ley y menos postureo. Muchos de los concejales de Adelante Cádiz que tanto critican a las multinacionales tienen un Apple, contratan con MoviStar, usan ropa de marca o se cogen un crucero en vacaciones, todas empresas multinacionales.

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