EL Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicó esta semana la modificación puntual del PGOU de Barbate, que convierte en urbanizables 300.000 metros cuadrados junto al Faro de Trafalgar para destinarlos a un uso hotelero. El problema es que han pasado casi diez años desde que se iniciaron los trámites y ahora no existe un grupo inversor que ponga en marcha el hotel previsto, de unas 600 habitaciones. Tampoco el Ayuntamiento de Barbate está para tirar cohetes precisamente y una urbanización de esa magnitud exige mucho dinero. Estamos ante un caso más de oportunidades que se dejan pasar por la falta de consenso, por la maraña burocrática o por muchas otras circunstancias sin las cuales habría ahora más de un proyecto interesante en marcha en nuestra provincia.