El Trabajo era una fiesta

La fiesta de hoy es triste, como las de hace 70 años. Y el Día del Trabajo se nos queda en día de los parados

A lo loco a lo loco, cambiando las medidas de la desescalada todos los días, y como quien no quiere la cosa, hemos llegado al 1 de mayo, la Fiesta del Trabajo. ¿Trabajo?, ¿qué trabajo? Será el día del Paro. En otros tiempos, salían las masas trabajadoras desde la plaza España, convocadas por los sindicatos, para protestar contra los empresarios que los oprimían. Pero los tiempos han cambiado una barbaridad. Si Marx levantara la cabeza, ¿qué pensaría? Ahora también protestan los empresarios, que se han quedado en el paro. Y no pasa nadie por la Cuesta de las Calesas con banderas porque no se puede salir, excepto con niños o perros. Mañana saldremos, pero a correr por las playas.

Han aparecido datos, en la víspera del Día del Trabajo, para echarse a temblar. La economía española se hunde un 50% más que la media europea, aunque un 10% menos que la de Italia, que está aún peor. En algunos telediarios hemos vuelto a los tiempos de Franco, como en tantas cosas, y se resalta lo peor de otros países. El mal de muchos es el consuelo de los tontos. Sin embargo, de los países que están mejor que España (que son todos, excepto EEUU, Reino Unido e Italia, y si acaso Francia y Bélgica, que están parecidos), de esos no se resalta casi nada. Y tampoco se dice que en China y otros países está abierto todo y se vive normal, aunque la gente sale con mascarillas.

También se ha hablado poco de los sindicatos en el día del Trabajo. Sobre todo se ha hablado poco de la fianza de 40,7 millones de euros que le ha impuesto el juez García Vélez a la cúpula de UGT Andalucía, por presunto desvío de subvenciones y financiación irregular del sindicato. De esas cosas, del presunto mangar, sólo se habla cuando son de los otros, y se obvia cuando son de los suyos. Igual que pasa con las mascarillas defectuosas, que se jalean según quien las haya comprado.

Estamos otra vez como en una dictadura, con el Gobierno ordenando hasta la hora de salir de casa: "Niña, no te pases ni un minuto, que te castigamos". Y sin manifestaciones el 1 de mayo. Y con la gente callada y acongojada. Y con los productores (como llamaban antes a los obreros) que ahora son deportistas individuales; y en vez de hacer gimnasia en el estadio Bernabéu, ante los nuevos camaradas que mandan, los sueltan mañana a correr, para que se relajen.

La fiesta de hoy es triste, como las de hace 70 años. Y el Día del Trabajo se nos queda en el día de los parados. Obreros y estudiantes contra la dictadura. ¿El progreso era eso? Con Felipe vivíamos mejor.

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