Puente de Ureña

Rafael / Duarte

Toros y debate

Se acaba de liar, una vez más, con los toros. Los toros son desde hace poco un bien cultural, un arte, que mueve una cantidad ingente de dinero, de la que dependen muchas familias y muchos espacios ecológicamente sostenibles. Ahora, desde el Toro de la Vega a lo sucedido en Algemesi, se demoniza, una vez más, lo taurino.

De unidad de destino en lo universal a unidad de mamarrachos en lo federal, España ha pegado un cambio que no la conoce nadie. Ni las fiestas, ni las tradiciones, ni…

De pronto, parece, que los taurinos, los profesionales, eso que llaman la "cabaña brava española" y los aficionados tenemos de nuevo rabo, y cuernos, faltaría más, de demonios, de carcas, de brutos, de insensibles, de…

En la Isla, que es España, más España que ninguna, según sus políticos, apenas hay toros, ya no se llena el coso ni gratis, pero los hubo, se recuperó la tradición del toro del aguardiente, recuerdo triunfos de Santi Ruiz, de Antonio Cruz, incluso de Platerito de Cádiz, en aquellas mañanas de Feria que sí se llenaba el graderío. Y nadie era bestia, ni demonio, ni… Toreé incluso alguna vaca en la Isla, para entender cómo ven y aprenden y sus querencias… Pero, hoy, uno es un antiprogresista, un muerto en pie, un malaje, un antiespañol, un… gracias a mantener su afición a la cultura taurina.

Lo del Toro de la Vega, lo de Algemesi, que tiene nombre de escala musical, lo de los bous al carrer, quedará callado, normalmente, hasta el año que viene en las postrimerías del verano, porque aquí los exaltados son muchos y los superficiales más.

Mi amigo Pepe Chamorro dice que no existen los debates serios en la Isla, sino asuntos superficiales, o, realmente, sin valor actual ni virtual.

Cuando nos acusan de brutalidad, de incultura, de asesinato animal, que lo he oído, al margen de Pedro Sánchez o Pablemos cuyo progresismo sale en la superficialidad de sus comentarios, nos colocan en la vanguardia de su banalidad, denostándonos y apartándonos, cuando la realidad es que necesitamos debates serios sobre moral, ética y pacifismo y no cuatro chiquiliquatres con pancarta, derechos, tetas pintadas, violencia y síndrome de Gordillo.

Orgambides, mi admirado Curro, cronista de este querido Diario de Cádiz, dice que con lo difícil que es llegar a ser figura del toreo, más difícil que te agracie el sorteo de la Primitiva con un pleno, no lo van a tener difícil, lo van a tener peor.

Eso lo explicaba el Manteca de Cádiz, mejor que nadie, que le dijo a Curro, ¿tú has visto lo difícil que es llegar a obispo, no?, que sólo hacen obispo a uno de cada siete mil curas. Bueno, pues más sencillo es llegar a obispo que a figura del toreo...

Y otra cosa es la ética, y otra un debate serio en esta tierra de María Santísima y otra lo que decía el Miñañe:

-Si los toros son una salvajada, la gastronomía es canibalismo.

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