PEDIR excusas, como ha hecho Canal Sur, denota humildad e inteligencia. Aún así, los trabajadores de la empresa han reaccionado con crispación ya que se han visto sometidos a escarnio ante un clamoroso fallo. Es humana una respuesta de este tipo pero hay que recordar que en este caso se dan dos condiciones excepcionales: Canal Sur es una empresa pública con un importante déficit financiado con cargo al erario y representa la imagen de Andalucía. Es normal que los niveles de exigencia que se reclamen para una televisión pública no sean iguales que para una privada. De la misma manera es preciso tener en cuenta que lo que haga una empresa como esta repercute en la imagen de Andalucía, de ahí que no quepan quejas ante las críticas. Si el error lo hubiera cometido Telecinco hubiera habido el cachondeo correspondiente pero con otra justificación. En este caso se trata de un canal público gestionado por empleados públicos, por lo que los niveles de exigencia son mayores, así que es preciso ser cuidadosos para que no vuelva a ocurrir. Conviene recordar que ya pasó algo parecido en la retransmisión del Cádiz-Atlético de Madrid del Trofeo Carranza 2014. Fue un aviso que debió haber servido para no repetirlo.

Se piensa que el asunto queda zanjado con una dimisión y las disculpas aunque a mi juicio el aspecto relevante de la cuestión es la manera en la que afecta a la imagen de Andalucía. Primero el fallo en sí mismo. Si le hubiera ocurrido a TVE, a TV3 o a otro canal, no tendría tanta repercusión que cuando le pasa a la televisión pública de una comunidad con el mayor porcentaje de desempleo y de fracaso escolar de España, ya que abunda en el cliché del andaluz indolente.

Por si fuera poco, la forma de dar excusas fue muy simpática, muy original, pero redundante en el tópico, en este caso el del andaluz gracioso. El infierno está empedrado de buenas intenciones y el éxito de la excusa protagonizada por Modesto Barragán y Manolo Casal incide en la idea esa de la grassia, el age que no se pué aguantá por la gloria de mi mare. La Tierra de María Santísima y toda la parafernalia del andalucismo de pandereta. Los dos presentadores forzaron el papel con los ole, ole, quillo, cusha, coplas de carnaval y la simpatía desbordante de esta tierra. Muy de Cádi Cádi aunque los protagonistas sean de Ubrique y de San Fernando. Se agradece la intención pero tengo para mí que ha sido peor el remedio que la enfermedad.