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Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

'Top bun' Iglesias

Como es más cursi que un adagio, Iglesias cuenta que la Pasionaria llevaba moño. Y vestía de luto y no era gótica

Hay quien entiende la identificación con la izquierda política como una suerte de monacato, un sacrificio de vida, con sus votos incluidos, entre los que debe encontrarse el de la prohibición de las gambas, a juzgar por el dedo acusatorio con el que la prensa de derechas señala al rojo que se aficiona a chupar cabezas de bichos de ojos saltones. "Yo fui de izquierdas hasta que gané los primeros dos millones de pesetas; cuando los dejé ahí en el banco, ni hice una escuela ni lo di para los niños de África (...), dejé de decir que era de izquierdas". Aunque lo siguió siendo.

Paco de Lucía hace esta confesión a su hijo Curro Sánchez en un documental que ganó un Goya y que esta semana ha sido recordado en un programa de TVE-1 llamado Lazos de sangre. El corte del documental va seguido de una entrevista que el guitarrista concedió a Jesús Quintero en televisión en febrero de 1976, y en el que sostenía que la izquierda, por su mano, era la creativa, la que hacía la música, mientras que la derecha, por la otra, era la ejecutora. Semejante comparación le costó una paliza en la Gran Vía de Madrid por parte de unos ultras que le pisotearon las manos delante de su esposa Casilda, hija del bilaureado general Varela, y del que se cuenta que Franco profesaba una envidia castrense de tintes africanos.

La vida también es contradicción, sólo un cartujo aspira a la coherencia absoluta, cada uno lleva estos gatitos de la conciencia como puede. Engels fue tan rico y tan de izquierdas, a la vez, que financió la vida de escritor e intelectual de Karl Marx, y no por eso va a ser menos comunista.

Pero hay escalas, claro. Un luterano no debería ser devoto de la Virgen del Rocío, pongamos por caso. El vicepresidente Pablo Iglesias, que hasta en el nombre lleva la pose, se mudó del barrio a un casoplón de Galapagar, después de haber criticado a esos políticos que dejan de vivir donde la gente común cuando ascienden unos escalones. Claro, que sabemos que él no lo hizo por eso, sino porque buscaba algo de campo para sus hijos. Como los Ingalls.

Pablo es un artista. Ahora se ha recogido la coleta en un moño a lo top bun, que en España puso de moda David Beckham y un poco antes, uno de sus primos, Julio Iglesias Jr., a cuyo óvalo oriental no le quedaba nada mal el rodete. Como además de artista es más cursi que un adagio, Pablo Iglesias va contando que también la Pasionaria llevaba moño. Y luto negro, pero no porque fuese gótica ni emo, sino por un hijo muerto en la defensa de Stalingrado.

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