Grados en Ingeniería

Luis-Manuel Tomás Balibrea / Presidente De La Federación De Asociaciones De Ingenieros Industriales De España

Títulos universitarios 'a la carta' en la UCA

EL pasado 16 de marzo se publicaba en Diario de Cádiz la noticia "Los cambios en los planes de estudios no perjudican al alumnado", gracias a la cual hemos podido conocer cómo los responsables de la Universidad de Cádiz pretenden solucionar la problemática a la que se enfrentan los 900 alumnos que han estado cursando los estudios de Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales, cuya denominación, por Sentencia del Tribunal Supremo del año 2012, fue anulada en la UCA por inducir a confusión.

Perplejos nos hemos quedado algunos al conocer la solución más idónea por la que han apostado los responsables universitarios, tras meses de reuniones a todos los niveles (Junta de Andalucía y Ministerio de Educación): ofrecer a los alumnos, como si en un restaurante se encontraran, una 'Carta Menú' para que cada uno de ellos elija la denominación del título que más apetecible le resulte.

Las declaraciones del responsable universitario, que debieron sorprender a la propia redactora de la noticia que se cuidó de entrecomillarlas, no dejan lugar a dudas de que la presentación de dicha 'Carta Menú' bien podría versar así:

¿Ha leído Vd. el Proyecto Fin de Grado de sus estudios de Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales? Pues si es así, ahora le damos la opción de elegir si desea un título sin atribuciones profesionales (Grado en Ing. en Tecnologías Industriales), o si mejor prefiere uno que las tenga. Eso sí, si decide optar por uno con atribuciones, entonces tendrá que tomar otra decisión más: ¿lo desea, en Ingeniería Mecánica, Electricidad o Electrónica Industrial?.

Elija, elija con total libertad, que la oferta es independiente de los conocimientos adquiridos por Vd. y, además, sin incremento de coste, porque, como reza el eslogan de nuestra oferta "el estudiante no va a tener que cursar más asignaturas ni estudiar nada adicional".

Además, para que no tenga que tomar una decisión precipitada, pudiendo así cambiar de idea en cualquier momento, nuestra oferta "permitirá a los universitarios el cambio de titulación (entre las cuatro nombradas) a lo largo de los cuatro años de duración"

Aunque ya le anticipamos que, con los mismos ingredientes, en breve, ampliaremos nuestra 'Carta Menú': Grados dobles (2 x 1) y, como postre de la casa incluiremos un "Máster en Ingeniería Industrial".

Menos mal que, según la noticia, la solución ha sido consensuada entre la UCA, la Junta de Andalucía, el Ministerio de Educación y, por supuesto, las siempre omnipresentes ANECAS -Agencias de garantía de la calidad ¡de eso, sobre todo!-. Todos los poderes públicos velando por garantizar la seguridad jurídica al ciudadano!

No puedo evitar recordar que obran en nuestro archivo de salida unas cartas, fechadas el 24/03/2010, dirigidas a los entonces rector de la Universidad de Cádiz, director de la Escuela de Algeciras, Junta de Andalucía, secretario General de Universidades del Ministerio de Educación, ANECA y Agencia Andaluza de Evaluación, advirtiendo que la denominación del título era inadecuada y avisando que emprenderíamos acciones judiciales de continuar adelante. El entonces Rector Magnífico de la UCA nos envió el 08/03/2010 una contestación, resultado de un notable esfuerzo pedagógico, afirmando: "Desde otras instancias nos han hecho llegar argumentos tales como que un título de Grado y de Máster no deben utilizar iguales denominaciones. Este planteamiento resulta en sí mismo imposible, dado que el término 'Grado' o 'Máster' forma parte integrante de la denominación del Título y, por tanto no cabe identidad en la denominación". Clarividencia, reforzada seguidamente con afirmaciones tales como "estamos convencidos de que esto no significará ninguna confusión o conflicto social… insistiendo en que entendemos que las denominaciones propuestas por la Universidad de Cádiz no deben inducir a confusión a la sociedad, que las aceptará de forma natural".

Parece que, pese a esos magníficos convencimientos y entendimientos, el transcurrir del tiempo ha acabado sentenciando que no éramos precisamente los ingenieros Industriales quienes actuábamos de forma poco sensata. Aunque no se me ocurre mejor término que el de insensatez para calificar la 'Carta Menú' presentada por los actuales dirigentes de la UCA como la mejor solución encontrada a la problemática.

Desde luego tenía razón el titular de la noticia al afirmar que "los cambios en los planes de estudio no perjudican al alumnado," ya que quienes realmente han perjudicado a esos 900 futuros graduados, en no se sabe muy bien qué Ingeniería, no han sido, como ahora algunos pretenden hacerles creer, las organizaciones profesionales de la Ingeniería Industrial. Éstos deberían pedir explicaciones, o más bien directamente responsabilidades, a los propios dirigentes de su Universidad -los de entonces y los de ahora-; a los de una ANECA y un Consejo de Universidades, manifiestamente incapaz de garantizar la correspondencia entre unos estudios y su adecuada denominación; al director General de Política Universitaria del Ministerio de Educación, que se dedica a remitir informes manifestando "hay que poner de manifiesto que no corresponde al Ministerio el control directo de las condiciones en las que se imparte la enseñanza superior en las Universidades, sin perjuicio de que tanto la Constitución como la Ley Orgánica de Universidades reconozcan la alta inspección que corresponde al Estado en la materia"; así como a los responsables de política universitaria en la Junta de Andalucía, que, según palabras del anteriormente citado responsable del Ministerio de Educación, es "a quienes corresponde emprender las acciones que consideren oportunas para la garantía del buen funcionamiento de los servicios educativos de ellas dependientes".

¿Es que no queda ningún dirigente político sensato en este país capaz de darse cuenta que no nos encontramos en una situación económica como para promover una sobreoferta de técnicos basada en la degradación de la formación, en la confusión social ante denominaciones de títulos, o con la implantación de estudios que no disponen ni de los recursos humanos, ni materiales, ni legales requeridos, y que solo tienen por finalidad satisfacer las demandas de una sociedad que no reflexiona sobre el flaco favor de futuro que se hace a quien cursa unos estudios que, de Ingeniería, poco más tienen que el propio término que aparece en su denominación?

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