Tiempo de gobernar

En otras ciudades empieza el tiempo de inaugurar obras. Pero en Cádiz no hay nada importante que inaugurar

Terminó el Carnaval de los Jartibles y avanza la Cuaresma. Ya no quedan excusas para distraer como el palco del Falla, la carpa, los disfraces o el domingo menguante de Piñata. Ya llegó el tiempo de quitarse la careta. No basta con elaborar el censo de gatos, o cambiar a Álvaro de la Fuente por Adrián Martínez de Pinillos en Cádiz 2000. Hay que gobernar, aunque sea para disimular. En otras ciudades (a falta de algo más de un año para las elecciones municipales de mayo de 2019) empieza el tiempo de inaugurar obras. Pero en Cádiz no hay nada importante que inaugurar. Y el Museo del Carnaval que no existe ya lo han enseñado. Por no tener, no tienen ni un presupuesto aprobado.

Es un asunto que provoca curiosidad. En teoría, lo deben negociar con el PSOE, que son los socios preferentes, ya que Fran González y los suyos los pusieron ahí. Sin embargo, Podemos es un grupo incoherente. En Sevilla, se ha dado el siguiente caso con el presupuesto de 2018: el alcalde, Juan Espadas, que es del PSOE, le aprobó a los podemitas el 80% de las enmiendas que le presentaron al presupuesto. Sin embargo, la asamblea participativa de los podemitas (a la que sólo asistieron 200 personas) decidió, por amplia mayoría, votar en contra del presupuesto. Con lo cual, el PSOE lo sacó adelante con los votos de Ciudadanos, tras pactar con el PP su abstención.

Ahora, en Cádiz, los podemitas del lugar piden a los socialistas que apoyen sus presupuestos, que es justamente lo que ellos rechazaron en otras ciudades. Cada ciudad es un mundo. En el Ayuntamiento de Cádiz influyó mucho el pacto global entre PSOE, Podemos e IU, que les dio alcaldías bien repartidas en toda España. De modo que una abstención de Fran González y los suyos en Cádiz se hubiera entendido como una traición a la izquierda, porque habría mantenido en la Alcaldía a Teófila Martínez, con o sin el apoyo de Ciudadanos, al ser el PP la lista minoritaria más votada.

En la aprobación o rechazo al presupuesto de Cádiz de 2018 se juega el PSOE mucho crédito para las municipales. Ya que si votan a favor deben convencer a la gente de que Podemos gobernará con unos presupuestos básicamente asumidos y acordados con el PSOE, lo que les otorga responsabilidad en los eventuales desaguisados que ocurran hasta 2019. Y si los rechazan, José María González y David Navarro seguirán diciendo que no los dejan gobernar. Así que Cádiz se puede pasar cuatro años entre dimes y diretes, perdiendo el tiempo, mientras nos cuentan el cuento de la buena pipa.

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