La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Terrorismo urbano

¿Prender fuego a un furgón policial sabiendo que hay un agente en su interior no es un intento de homicidio?

Busco una definición de intento de homicidio comprensible para los no expertos y leo: "En el intento de homicidio el sujeto activo actúa con ánimo de matar (animus necandi)… No puede consumar la acción sólo por la irrupción de una circunstancia que es ajena a él". Luego el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana está sobrado de razón al anunciar que se personará como acusación contra quien o quienes atacaron y prendieron fuego a un furgón policial con un compañero dentro. Como tampoco les falta razón al afirmar que "mientras los políticos se esconden, nosotros haremos lo necesario para que todo el peso de la justicia caiga sobre los responsables".

Tras dos semanas de gravísimos incidentes -sobre todo, pero no solo- en Barcelona, el ministro del Interior anda desaparecido y el presidente del Gobierno se despacha con una retórica -"¡La democracia jamás amparará la violencia!... El Gobierno de España hará frente a cualquier forma de violencia y garantizará la seguridad ciudadana", dijo hace diez días- sin traducción práctica, como los hechos han demostrado. Por desgracia, ni el Gobierno de España ni la Generalitat han sido capaces de garantizar la seguridad ciudadana.

Los cogobernantes podemitas miran para otro lado o incluso apoyan la violencia. Baste recordar lo que escribió Echenique el pasado 17 de febrero: "Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol". Lo que le valió una denuncia interpuesta por el secretario del sindicato Unión Federal de Policía en la que se afirma: "Es evidente que el señor Echenique respalda con esta publicación los altercados producidos el día anterior y alienta a que los mismos se mantengan, provocando enfrentamientos violentos sucesivos entre los manifestantes y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

Noche tras noche se han quemado contenedores, bancos y cajeros automáticos, se ha destrozado mobiliario urbano, comercios (además de saquearlos), bares y hoteles, se ha atacado con violencia extrema a la Policía, se ha intentado asaltar una comisaría y se ha quemado un furgón sabiendo que había un agente en su interior. Tras este hecho, la CUP -nueve diputados y quinta fuerza en las elecciones del 14-F, con la que ERC negocia- dijo en Twiter: "Hoy Barcelona se ha llenado de lucha y solidaridad". ¿Dónde está el límite? ¿Dónde los gobernantes?

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