Pido perdón por el latinazgo, pero después de haber estudiado latín los siete años del bachillerato, e incluso con examen, en el de Estado como antes se llamaba, para luego no poder traducir correctamente la inscripción de una placa de mármol, es mi pequeña venganza, para no tener que titular este artículo con la socorrida frase deel tiempo vuela. Esto viene a colación porque compruebo que se han cumplido 15 años desde mi primera colaboración semanal fija en Diario de Cádiz, cuando fui invitado por el editor, y que además de publicarse en el decano de los periódicos del Grupo Joly, también se publicaba en los periódicos provinciales de Jerez y Algeciras. En mi primer artículo de 2005 rendí un homenaje a la Policía Local, entonces denominada guardiamunicipal y también municipales y keus por los vecinos y la chiquillería, y recordaba cuando, vestida de gala montando a caballo, abría el cortejo de las procesiones de Semana Santa, interpretando el sitio de Zaragoza, con el solo de trompeta que ejecutaba el cabo José, que cuando se jubiló se colocó de portero en el Club Náutico. Hoy les pediríamos autógrafos y nos haríamos selfies con ellos.

Hago la cuenta de la vieja y como son 15 años si los multiplicamos por 48 semanas del año (en agosto no se escribe) y como hay una segunda etapa que ya tiene seis años, en la que escribo no uno sino dos artículos semanales, creo que ando cerca del artículo mil. Cuando llegue, si llega, lo contaré.

Aprovecho la ocasión para coincidir con José Joaquín León, que hace pocos días pedía en un artículo la potenciación para Cádiz de su imagen y consideración como ciudad turística. Es evidente que sería más favorable para la economía de los gaditanos una ciudad industrial o financiera, pero hay que contar con lo que se tiene y mejorar en lo que se pueda. Cádiz está hecha para el paseo, sea en su casco urbano en el que existe un conjunto urbanístico más que notable, sea paseando dando cara al mar. Leía el otro día en una entrevista al alcalde, que es persona amable y cordial con los que se encuentra en la calle, y me parece que se olvidaba de esta aspecto de fomento del turismo en la ciudad. Pero hay que partir y mejorar de lo que se tiene y no esperar que los milagros se produzcan. La declaración de Cádiz como de interés turístico nacional sería una buena noticia. Son pues 15 años de comparecer semanalmente en estas páginas. Pero para celebrar bodas, aunque sea del metal más ínfimo, faltan otros 10. Lo intentaremos.