Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Sumemos todos

Siempre hay un artefacto promovido por el PCE al objeto de controlar una plataforma más amplia

El Partido Comunista de España siempre ha buscado plataformas donde integrarse y esconder sus siglas para tener mejores resultados que si se presentase a pecho descubierto. Lo hizo en el Frente Popular hasta que el Gobierno de la República perdió la guerra. Lo hizo con la Junta Democrática aliado con sectores de la burguesía reformista durante el franquismo, y con la creación de las Comisiones Obreras. Luego se constituyó la Platajunta, más amplia. Firmó con el PSA el Pacto Andaluz por unos Ayuntamientos Democráticos que no llegó a buen puerto. Cuando se presentó a las primeras elecciones andaluzas su lema era "Juntos podemos", una declaración de intenciones de lo que vendría a continuación. Con posterioridad promovió Convocatoria por Andalucía con el famoso libro de las amapolas y Anguita al frente. De ahí se pasó a Izquierda Unida con los partidos que formaban parte de la coordinadora por el no a la OTAN, algunos expulsados con posterioridad como el Partido Humanista o el Carlista. Cuando se crea Podemos resistió solo una contienda antes de fundar Unidos Podemos y luego Unidas Podemos. En las últimas elecciones andaluzas, después de purgar en el más genuino estalinismo a Teresa Rodríguez y sus compañeros, crea Por Andalucía con Más País y Podemos, con el mamarracho por todos conocidos. Ahora han vuelto las purgas y ya se han liquidado a la representante de la coalición en la Mesa porque era de Podemos, mientras la vicepresidenta del Gobierno, entre tope y tope a la leche y el arroz con la creación de una nueva cartilla de racionamiento, se ha inventado lo de Sumar que, según dice, es un proceso de escucha, como el que pega la oreja al transistor. Siempre hay un artefacto promovido por el PCE al objeto de controlar una plataforma más amplia donde los clásicos compañeros de viaje se convierten en tontos útiles al servicio de la estrategia diseñada por el Comité Central del Partido Comunista. En esta ocasión tiene un punto algo más cursi, con esa obsesión de Yolanda Díaz de querer usar el femenino plural para referirse al conjunto de la sociedad en proverbial patada a la gramática de la lengua española, en ese tono de monja que emplea para dirigirse a la población. En las elecciones andaluzas se pegaron un castañazo, en las municipales llevan camino de los mismo ya que Sumar no concurre porque su lideresa está todavía en la fase de escucha, con el oído pegado a tierra como un sioux para saber si viene una estampida de bisontes, cosa que va a ocurrir mientras el Gobierno debate si son galgos o son podencos , Abascal con cara de felicidad. Cantaban Los Cubatas "no se aclara el repartido comunista". Después tratará, tratará tratará tachero.

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