SI la Liga Adelante hubiera terminado ayer, el Cádiz no se hubiera caído para la Liga de Atrás de culo. Se hubiera salvado de una forma agónica y milagrosa. Pero quedan 20 jornadas, con 60 puntos en juego. Ustedes serán hoy más optimistas que hace tres semanas. En las últimas tres jornadas, desde que llegó Víctor Espárrago con Luis Soler al banquillo, el Cádiz ha ganado un partido, ha empatado dos y no ha perdido ninguno. Si el primero, en casa ante el Huesca, no se toma en consideración, porque apenas entrenó dos días, vemos que ha conseguido cuatro puntos en los desplazamientos a Soria y Salamanca, que no eran plazas fáciles.
Pues no hay que dejarse llevar por el optimismo, sino tener muy en cuenta que hoy, precisamente hoy, termina el plazo para reforzar al equipo. Y que hoy, precisamente hoy, con el panorama menos pesimista, hay que hacer un esfuerzo para no lamentarnos en junio. No sólo Ramis. Porque esta categoría de la Liga Adelante es muy peligrosa. Es una categoría en la que el último, el Castellón, es capaz de ganar por 1-2 en el campo del líder, el Hércules, y además jugando mejor. Es una categoría en la que el Murcia de Jose González, aún en zona de descenso, es capaz de ganar en Tarragona por 2-3, remontando un 2-0. Es una categoría loca, en la que incluso un Cádiz con bajas es capaz de ganar en Soria al Numancia y empatar en Salamanca con uno menos .
Nunca hubiera conseguido esos resultados con la caraja de antes. Pero en las últimas dos jornadas este equipo ha aprendido lo elemental de esta categoría: hay que sufrir, y sufrir, y sufrir. El Cádiz sufrió en Salamanca, y por eso no perdió un partido que en la primera parte hubiera merecido ganar. Un partido que habrá servido a Espárrago para un nuevo análisis de lo que se trae entre manos. Después de un golazo de Super Enrique, ese futbolista transformado con el cambio en el banquillo, llegó el empate del Salamanca en una jugada aislada. En la segunda parte, con un partido abierto, fue expulsado Cifuentes. Otra vez el Cádiz se quedaba con un futbolista menos, como tantas veces en esta temporada, aunque por primera vez con Espárrago. Y además algo que también hay que decir: ¿cuándo le van a pitar un penalti a favor al Cádiz en la Liga Adelante? Ayer cometieron uno claro a Enrique, ¿a quién si no?, que hubiera podido cambiar las agonías finales de un Cádiz que se encerró con diez, a morir con las botas puestas.
Gracias a Casilla y a la falta de puntería del Salamanca no se perdió este partido, que registró un marcador justo si se valora todo. Se salvó un punto gracias al sufrimiento, gracias a la entrega que ahora hay y antes se echaba en falta, gracias a que el coraje, el corazón y otras cosas que empiezan por co... no darán buen fútbol, pero sí puntos, y de eso depende salvarse, o no, a final de temporada.
Algunos dicen que ahora hay más suerte que antes, pero no es eso, no es eso. La suerte hay que buscarla y no suele llegar cuando te rascas la espalda mirando hacia otro lado, sino cuando se sufre y se suda la camiseta. Pero cuidado: Espárrago no puede hacer milagros. Aunque el Cádiz no está hoy en zona de descenso, hoy acaba el plazo para ayudar a que no vuelva.
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