Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Suelos de oportunidad

Mi equivocada opinión es que si lo que allí se pretende va a depender de las inversiones públicas, no se hará

Ya saben lo que dicen los ingenieros de los arquitectos: no son los suficientemente hombres para ser ingenieros ni lo suficientemente gais para ser decoradores. Los propios arquitectos piensan de sí mismos que son gente del renacimiento, una mezcla de artistas y científicos, lo mismo hacen cálculos de estructuras que dibujan un edificio . Esa vena artística les ha llevado al lirismo de llamar pastilla a lo que siempre se dijo parcela o incluso solar, llevados por cierto espíritu metafórico . De la misma manera que en lugar de decir proyectar dicen "pintar". Tienen otra expresión recurrente: suelos de oportunidad, menos poética y por ello más cercera. Dícese de un terreno sobre el que se puede idear alguna operación urbanística. Eso son los 300 mil metros cuadrados que quedará vacantes cuando el tráfico de contenedores se traslade a la nueva terminal.

Conviene recordar que Reina Sofía se hizo hace 40 años como la solución definitiva del puerto de Cádiz, con la consecuencia de dejar el Baluarte marítimo de San Felipe en secano y alterar el paisaje de la Alameda. Aquel proyecto, impulsado por la autodenominada "comunidad portuaria" resulta que ya no sirve. Ese gran técnico al que tanto debemos, Rafael Barra, proyectó la barbaridad de la nueva terminal, el enésimo relleno de la Bahía de Cádiz, sin tener el menor estudio sobre la evolución de los tráficos portuarios que lo justificase. Ahora parece que se va a dedicar más al montaje de grúas con destino a otros puertos que al propio tráfico de contenedores ya que el puerto de Cádiz está emparedado(¡!) entre Algeciras, Tánger-Med y Sines. De resultas de esta megalómana operación hay un suelo de oportunidad, ya saben, en la Punta de San Felipe, quizás la última gran actuación posible en el término municipal de Cádiz. La Autoridad Portuaria propone allí zonas verdes, aparcamientos y actividades económicas.

Según dicen, mientras el suelo sea dominio público portuario no se pueden hacer viviendas, salvo que se tramite la desafección, como ya se hizo con los llamados terrenos ociosos de astilleros, por cierto. Es decir, no es que no se pueda, sino que es más complicado. Mi equivocada opinión es que si lo que allí se pretende va a depender de las inversiones públicas, no se hará. Baste recordar todos los proyectos del Gobierno y la Junta que tenemos pendientes de ejecutar por todos los partidos. Si no se obtienen plusvalías en la misma operación será fracaso. El que viva lo verá.

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