HACE una semana que votaron los gaditanos y se ha observado un dato que me parece preocupante: Cádiz está dividida. En el total de la ciudad, ganó el PP (cuya lista abría Teófila) a Unidos Podemos (cuya lista cerraba Kichi), con una cierta recuperación del voto que los populares perdieron en diciembre. No obstante, ya se ha destacado que en la suma del casco antiguo ganó Unidos Podemos, mientras que en Puertatierra (donde residen más electores) ganó el PP. La cuestión de fondo es que el análisis por barrios muestra una división cada vez más evidente. Y eso no ocurría antes. Al menos, no de un modo tan pronunciado.

Los principales activos del PSOE, en sus mejores tiempos, fueron Carlos Díaz en las municipales y Manuel Chaves en las generales y las autonómicas. Tanto Díaz como Chaves ganaban en los barrios que podemos estimar más de izquierda, desde Santa María y El Pópulo, en el casco antiguo, hasta el Cerro del Moro, Puntales, Loreto o Guillén Moreno, en Extramuros. Pero era significativo que ambos obtuvieron excelentes resultados en los barrios más conservadores. Carlos Díaz, que vivía en Bahía Blanca, funcionaba bien en Extramuros. Por eso, consiguió mayorías absolutas. En el 26-J, el PSOE sólo ganó en siete mesas. Y aunque parezca poco, no está mal, teniendo en cuenta que eran mesas de Puntales, Cerro del Moro, Loreto y La Paz, donde la otra izquierda ya está dando el cante (hondo).

Al observar la cola de un colegio electoral de La Laguna, yo entendí que el PP ganaría con claridad. Nada que ver con seis meses antes. Cuanto más cerca de la playa, más gaviotas hay. Pero el PP no se puede conformar con su hábitat natural y con recuperar alguna mesa en el barrio La Viña. Pues se trata de un partido que, en los mejores tiempos de Teo, ganaba incluso en las mesas más izquierdistas de la ciudad. Teófila Martínez consiguió ganar en Santa María y el Cerro del Moro, por decir dos territorios de reconocido pedigrí. Eran otros tiempos.

Podemos ha conseguido arraigo en los barrios más populistas y vinculados a las tradiciones gaditas. No parece una intelectualidad de lectores de Joyce y Proust, sino gente de Cai-Cai. Podemos es un partido de la Caleta, mientras el PP es más de Santa María del Mar y la Victoria. Dicen que a Podemos lo votan jóvenes y algunos abuelos, y que la edad media que trabaja vota a los otros, en general. Lo más raro de todo es que Cádiz, a diferencia de Jerez o Sevilla, nunca estuvo tan dividida por barrios. Aquí predominaba el interclasismo y el buen rollo social.