Lo bueno de trabajar en verano, a parte del hecho en sí mismo, es que te ahorras eso del síndrome postvacacional, un invento más de la "nueva era" que a mí me parece una chorrada supina y un insulto para los millones de personas que ni tienen trabajo ni pueden volver de ningún lugar o estado. Con la que sigue cayendo me parece del todo innecesario ocupar espacio en los medios para hablar de esto pero un año más insisten en ello y tirando de absurdos, en tocarnos la fibra sensible haciendo espectáculo de las miserias humanas, que haberlas haylas, muchas y definitivas.

Reconozco que ando hasta el moño de tanta tontería, me niego a participar de la fiesta, será que faltan temas y hay que rellenar con lo que sea, véase, basura. ¿De verdad se necesita un experimento entre madres para que las que tienen hijos sanos y capaces valoren lo que de verdad importa frente a madres con hijos diferentes y dependientes de ellas las 24 largas horas del día? Cosas así se presentan en la caja tonta con una frivolidad que asusta de la mano de un nota que nos invita a la emoción con el único objetivo de ser trending topic.

Si es así, mal vamos. No hacen falta montajes lacrimógenos, la vida, la de verdad, da mejores lecciones a quien esté dispuesto a reconocerlas y yo que lo hago, me declaro implacable ante la injusticia, las tonterías y l@s tont@s, ese sí que es un síndrome a tratar. Hace tiempo que eso de lo que de verdad importa es para mí mucho más que una expresión, sólo hay que apagar y salir a la calle. Estar cerca de personas que han perdido trabajo, familia y salud te obliga a parar en seco y replantearte esos esquemas que tienden a alinearse a partir de lo absurdo.

Hace poco he vuelto a tener una experiencia única para darme cuenta de que mis problemas ni siquiera lo son y que mi lista de prioridades necesita otra vuelta de tuerca, y no lo he visto en la tele. No sé ustedes pero yo hace tiempo que sé que soy muy afortunada, tengo una familia, trabajo, amigos, y una perra que cada día me enseña sobre generosidad y amor incondicional, y tengo, además, todas las partes de mi cuerpo funcionando para permitirme ser un individuo independiente, para soñar con alcanzar cualquier cosa que anhele, sin más impedimento que yo misma. Sin duda, esperaré a tener una buena razón para no ser feliz y mientras tanto, señores, un poquito de por favor.

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