LA crisis es misteriosa, rara. Va por barrios. Un día la empresa donde trabaja tu sobrino lo despide, otro te enteras de que alguien ha hecho o ha padecido un ERE y el otro ves en la tele una cola grande de gentes sin esperanza en la puerta de un INEM (y hay miles y miles de puertas del INEM en España).

Tiene muchas caras esta crisis, es sabido. Digo que si pides un préstamo te hacen hasta un escáner y una analítica completa, para que no te lo den, claro. Encima. Quiero decir que no es sólo que no se vendan viviendas, o automóviles, es que no se vende ni en Rebajas, salvo que los comercios rebajen de verdad, que la gente no es tonta.

Y ahora salta el cine. Digo la alarma de que los cines tienen las salas vacías. Un poco los viernes y sábados, y el resto que espere. Como decía el otro.

Me acuerdo ahora de una promoción que hicieron los Ábaco, al principio. Te daban una tarjeta para que fueras todos los días, si era tu gusto. Por una cantidad razonable. Pero llegó una bonanza, la gente fue a los cines, se debieron sentir fuertes y cerraron el grifo. Y eso que muchos días, lo recuerdo también, en la sala éramos menos de una decena. No sé si con tarjeta o sin ella. ¿Vuelve la promoción por esta crisis rara, rara? Lo ignoro, pero la verdad es que han sacado el pañuelo de llorar. Los Ábaco y las otras empresas de cine de la provincia, que hicieron unas salas magníficas, es verdad, como nunca tuvo la provincia. Para que ahora estén vacías, qué cosa más triste que una sala vacía, o con un espectador o dos, mientras se proyecta una película.

Es misteriosa esta crisis, muy misteriosa. Porque es algo que no se sabe desde donde llega ni se sabe hasta donde va a alcanzar. Da miedo, digo. De pronto el presidente Obama auspicia una inyección de decenas y decenas de millones de dólares y, la verdad, a saber si todo se lo va a chupar la tierra seca de este disparate en el que vivimos.

Las salas vacías pueden ser el anticipo, si Zapatero no lo remedia, de lo vacío que se va a ir quedando todo. Los andamios, las fábricas, las tiendas, las carreteras y los bares de guardia. En medio de la tristeza grande de los jubilados amenazados y del ¡ay! de los que llevan mucho esperando el momento de jubilarse, más de 30 años cotizando para que ahora esté este revival de "Los Diez Mandamientos", en concreto cuando los ángeles llevaron las plagas a Egipto. Digo que, ¿tenemos la cruz en la puerta de la casa?

Me encanta el cine, estaba diciendo... Ay.