Polémica Cinco euros al turismo por entrar en Venecia: una tasa muy alejada de la situación actual en Cádiz

El Palillero

José Joaquín / león

Robótica gaditana

YA lo sé que suena muy mal, esto de la robótica. Pero no me refiero a lo que se robó en el Plan Bahía de Cádiz competitiva, por ejemplo, o en otros casos sobradamente conocidos, sino a los robots. El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, vino la semana pasada para la presentación del nuevo CFA de la Bahía. Habló de la robótica avanzada que piensan implantar en los astilleros, gracias a los grandes descubrimientos que esperan. Mantengo la tesis de que todos los inventos contemporáneos, desde la aparición de Internet en adelante, son para suprimir puestos de trabajo, para largar lastre de trabajadores. Y a eso lo llaman progreso.

Con los robots de astilleros esperemos que no pase lo mismo. Me temo que pueden crear varias empresas auxiliares de robots. No cobran pagas extraordinarias, ni cortan los puentes. Tampoco necesitarían tres ferrys para que coman y duerman, mientras se repara un crucero de Disney, pues los robots tienen otras necesidades. Dicen algunos que los robots son sosos, pero ellos van a lo suyo, y no los fabrican para ser bonitos ni simpáticos, sino para ir a lo práctico.

En Cádiz, la buena gente está muy equivocada. Aquí todavía creen que los robots se inventaron para cantar en el Falla. Los incluyó en su comparsa Joaquín Quiñones, con música de Aurelio del Real. Pero esos Robots, de 1983, no serían de Astilleros, sino de la Fábrica de Tabacos, que es donde se manejaba Joaquín. Por cierto que allí también pusieron una maquinaria adecuada para reducir el número de cigarreras, hasta que no quedó ni una. Siempre lo mismo.

Cuando apareció la comparsa de Robots fue un pelotazo visual. La buena gente preguntaba: "¿Y estos cómo van a cantar en la calle?". Aquí siempre nos preocupamos por las cuestiones prácticas. Después Quiñones salió con otras comparsas mucho más gaditanas en los tipos, pero esos robots también eran gaditas. Los inventó mucho antes del 4.0 de la nueva revolución industrial, los clústers, y demás. Como premio por aquel invento, ahora quieren que los antifaces de oro que preside Joaquín tengan voz, pero no votos. Voces han tenido siempre, era una comparsa muy buena.

Yendo a lo útil, nos podríamos preguntar: ¿los robots que van a inventar en el CFA de la Bahía se podrían utilizar en el Ayuntamiento? Aplicarlos a la vida política sería un pelotazo. Se podría convocar un pleno de robots divididos en grupos, tener un Kichi 4.0, encargar a un edil virtual el presupuesto municipal... Probablemente mejorarían las prestaciones y sería más barato.

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