ASFIXIADITOS perdidos andan los de Hacienda, ante tanta carta de multimillonario español pidiendo pagar más. Oye, que ya se sabe, aquí cuando la Patria te necesita, enseguida saltan los ricachos y apoquinan lo que haga falta… en Suiza.

Lejos de mí cuestionar a los cresos y a los mangant… (uy, perdón) a los magnates de esta tierra. Antes al contrario, lanzo mis dardos contra esos pardillos de medio pelo y potentados sólo porque lo dice la revista Forbes, como son Warren Buffet o Bill Gates. Pero vamos a ver ¿qué sabe esa gente de capitalismo y de hacer dinero?...

Lo único que ha conseguido tan pernicioso ejemplo es que otros acaudalados de Francia y Alemania se hayan dirigido por escrito a sus ministerios de Finanzas, solicitando pagar más.

¡Qué escándalo! ¡Qué falta de respeto! ¡Qué atropello a la razón! ¡Cuán pernicioso ejemplo para la infancia!

Pero vamos a ver, almas de cántaro, no habéis oído hablar de los paraísos fiscales. Ya sabéis, esos sitios de nombre tan exóticos como Aruba, Bermudas o Caimán. Unos lugares la mar de apañaditos donde han ido a parar al menos 50.000 millones de dólares al año, durante el último bienio, según las moderadísima estimación del Comité Oxford para la Lucha contra el Hambre (Oxfam).

Con lo bonito que resulta encomendarte (a ti y a tu pasta) a las santísimas Islas Vírgenes ¡Falta más devoción mariana y sobra cháchara demagógica!

Y en cuanto a la subida de impuestos para los ricos, ni caso. Si no han logrado hacerles pagar siquiera la mitad de esos 2.000 evasores con nombres y apellidos, que tenían una guita importante apalancada en los bancos de Liechtenstein, ya te contaré de los que se la han llevado más lejos. Como si fueran a traerla de vuelta ahora, gane quien gane.

Ya lo dijo Miguel de Unamuno: "¡soy español, de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio. Español sobre todo y ante todo". Pero sobre dinero, no comentó absolutamente nada.