Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Redes clientelares

Llevamos 40 años en los que los partidos usan el dinero público y la gestión del bien común para su provecho

Todo partido monta su red clientelar. En Cádiz ya lo hemos visto con el PSOE, luego con el PP y ahora con Podemos. Colocan primero a gente en la administración, luego nombran a gente de su confianza en puestos de responsabilidad y después financian con dinero público a entidades afines. De esta forma tejen una red que les garantice perpetuarse en el poder aunque los elegidos sean unos torpes cuyo único mérito sea el carnet del partido de turno o el vínculo familiar con el que manda. Llevamos 40 años donde los partidos usan el dinero público y la gestión del bien común para su provecho. La década prodigiosa del PSOE fue desde el 83 al 95, cuando acumulaba el poder en Ayuntamiento, Diputación, Junta y Gobierno central, con mayorías absolutas. Aquello fue una borrachera que condujo a un festival para colocar a los jóvenes cachorros de las juventudes socialistas y donde apellidos históricos del socialismo eran la carta de entrada a la administración sin que nadie osara llevar la contraria. De entonces viene lo de la FAFFE y los amiguitos colocados en la Junta y la Diputación, algunos con oposiciones amañadas. En aquellos años no se movía un papel si no había uno del PSOE que lo decidiese, desde el difunto Perales a cualquiera de sus terminales políticas , incluidos varguistas, pancistas, buscavidas, pelotas y los perrillos que medran en los aledaños de la administración. Hasta para que el Cádiz se quedase en primera hubo que recurrir a Chaves. Si alguien cantaba algo inapropiado en el carnaval siempre había un peñista que iba a presionar a la agrupación de turno para que no repitieran la copla que había molestado. Años gloriosos para los que todavía llevan pipa y sombrero y perdonan la vida como si acabasen de llegar de Guatemala. Cuando llegó el PP en el 95 debió pensar que si actuaba de la misma manera tendría garantizado el poder durante décadas. Empezó a colocar a cuñados de Sanz, a amigos en Onda Cádiz, en la basura o en Quality, empezó a llenar de asesores el Ayuntamiento y a nombrar a los más fieles entre los fieles. Todo lo que sube, baja, es un efecto de la ley de la gravedad de aplicación en la política. El PP perdió el poder y ahora es un barco a la deriva . Y en eso llegó José María y en lugar de mandar parar colocó a 10 concejales y 20 asesores, trajo a las empresas y consultoras afines a Podemos, a las de sus amigos de la comparsa, a las entidades próximas al partido y empezó a tejer su red. La tercera en cuarenta años. En esas estamos, viendo pasar el tiempo.

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